Aunque el acceso está restringido, logramos colarnos y visitar pormenorizadamente el Palau de Justicia. Y sobre todo acceder al Salón de los Pasos Perdidos, con las impresionantes pinturas de un Josep María Sert, que esta vez utilizó todos los colores de su paleta. Pueden sentirse las inquietudes de quienes esperaban ser llamados a declarar o el resultado de un juicio, paseando por ese salón y entreteniendo los nervios contemplando tanta belleza.
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"Edificio
construido entre 1887-98 fruto de la colaboración de dos de los grandes
arquitectos del momento: Domènech Estapà y Enric Sagnier. El palacio
tiene un marcado carácter monumentalista, con ocho cúpulas que recuerdan
a la arquitectura norte-europea, enfatizado por la profusión de
elementos escultóricos en sus fachadas. Esta ornamentación combina
motivos extraídos del repertorio clásico con otros de carácter
modernista. .En el arco del pórtico está esculpido el nombre del
edificio, sobre el que hay un grupo escultórico de Agustí Querol que
representa a Moisés y las Tablas de la Ley. También trabajaron los
escultores Rafael Atché, los Vallmitjana, Josep Llimona y Eduard Batiste
i Alentorn. En el interior hay pinturas murales de Josep M. Sert, de
1908.
En la estructura interior de hierro, destaca la participación del ingeniero Joan Torras Guardiola, para crear espacios ordenados, luminosos, diáfanos y llamativos, que dan modernidad al conjunto."
En la estructura interior de hierro, destaca la participación del ingeniero Joan Torras Guardiola, para crear espacios ordenados, luminosos, diáfanos y llamativos, que dan modernidad al conjunto."
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