"Está situado a poca distancia del pueblo, en medio de campos de cultivo, en el lugar donde hubo una primitiva capilla románica.
Dice
la tradición que en el año 1010, mientras decía misa en la ermita de
Santa María de Ivorra, mosén Bernat Oliver dudó de la presencia de
Cristo en la Eucaristía y, de repente, el vino se convirtió en sangre y
comenzó a rebosar hacia el suelo. El
año siguiente,San Ermengol, obispo de Urgell, viaja a Roma y consigue
que el Papa Sergio IV reconozca la autenticidad del milagro. Desde entonces, se conoce como el Santuario de la Santa Duda. En
ese mismo viaje, el Papa se quedó con el cáliz y a cambio ofreció al
obispo unas reliquias (un cabello de la Virgen María, una espina de la
corona de Cristo, un fragmento de piedra del Santo Sepulcro), las cuales,
junto con las toallas manchadas de sangre, fueron guardadas en la iglesia de Sant Cugat de Ivorra. Actualmente se conservan en un magnífico relicario gótico del año 1426.
En
cuanto al edificio, como que se había ido quedando pequeño para las
muchas peregrinaciones que se hacían, se decidió construir un nuevo
templo en 1663. Un siglo después, en 1762, se construyó la actual fachada barroca. Adosada a la iglesia se encuentra la antigua hospedería. El
año 1936 fue lastimosamente quemado el magnífico retablo barroco que se
construyó contemporáneamente a la obra de la iglesia. Se
conserva, en cambio, la imagen románica de Santa María de Ivorra, del
siglo XIII y, en el Museo de Solsona, un retablo gótico del año 1480".
Ver: http://www.poblesdecatalunya.cat/element.php?e=9509
Fotos: Jordi Noguera
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