"Ikunde. Barcelona, metrópoli colonial
La
sede del Museu de les Cultures del Mon, en la calle Montcada acoge una nueva exposición dedicada a la
relación entre Barcelona y la Guinea Española. Está comisariada por
Andrés Antebi, Pablo González Morandi, Alberto López Bargados y Eloy
Martín Corrales.
El mes de octubre de 1966, el hallazgo de un
gorila albino en las selvas guineanes supuso un hito inesperado.
Capturado por los campesinos que previamente habían disparado contra su
madre, la cría, de entre dos y tres años, llegó a manos de Jordi Sabater
Pi, responsable del centro de experimentación y aclimatación Ikunde,
fundado por el Ayuntamiento de Barcelona en 1959. Enviado semanas más
tarde al zoo barcelonés, la excepcionalidad del animal aconteció
inmediatamente un motivo de atención internacional. En medio del clima
de incertidumbre que Barcelona experimentaba durante la década de 1970,
Copito de Nieve se erigía como un nuevo icono atractivo y moderno, uno
de los más célebres embajadores de la ciudad y personaje destacado de un
relato que sólo cambiaría definitivamente con la organización de los
Juegos Olímpicos de 1992.
El 1968, en el crepúsculo del
franquismo, la entonces colonia española Guinea logró su independencia,
bautizada como Guinea Ecuatorial. Se clausuraba pues un período oscuro
de la historia del territorio centroafricano, dominado por las lógicas
extractivas propias de la dominación colonial: cacao, café y maderas
nobles, principalmente.
A diferencia de lo que podría imaginarse,
la auténtica metrópolis de aquel proyecto colonial no fue Madrid, sino
Barcelona. En efecto, desde finales del siglo XIX, la rica actividad
industrial radicada en la Ciutat Condal había estimulado una importante
transferencia de inversiones hacia aquella colonia lejana, mientras los
misioneros clareteanos, a partir de su sede en Vic, se encargaban de las
tareas de evangelización de las poblaciones autóctonas.
A medida
que se consolidaba la empresa colonial, la explotación de las riquezas
del territorio se vio secundada por una red cada vez más numerosa y
diversa de colonos y de proyectos, algunos de ellos bajo criterios que
ya no eran únicamente comerciales.
Quizás el colofón de los
proyectos científicos destinados en Guinea fue la creación, el 1959, del
centro de Ikunde, a pocos kilómetros de Bata, la capital de la Guinea
continental. Construido gracias a la iniciativa personal de Antoni
Jonch, entonces director del Parque Zoológico de Barcelona, y Augusto
Panyella, director del Museo Etnológico, y dirigido por Jordi Sabater
Pi, Ikunde aprovisionó durante una década buena parte de los fondos
zoológicos, etnológicos, arqueológicos y botánicos del Ayuntamiento de
Barcelona, y se erigió como una institución clave para comprender
algunas características esenciales en la emergencia de la red de
equipamientos culturales de que dispone actualmente la ciudad.
Tomando
como hilo conductor la creación de Ikunde en medio de la selva
tropical, la exposición pretende revisar el vínculo complejo y ambiguo
trazado entre Barcelona y Guinea.
IKUNDE. Barcelona, metròpoli colonial se podrá visitar desde el 10 de junio hasta el 5 de febrero del 2017.
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