"Con solo 20 años, y después de una estancia formativa en París, Casas 
realizó esta y otras pinturas taurinas, en las que se evidencia la 
elaboración personal de las novedades conocidas en aquella ciudad, 
especialmente Manet, así como la huella de Goya, cuya obra había visto 
en el Museo del Prado. Pintado con nitidez en primer término, el 
artista, mediante pinceladas superpuestas de tonalidades claras y 
oscuras, consigue una sensación de vibración en el segundo término de la
 composición, un recurso que utilizará a menudo en su producción 
posterior".
Ver: http://www.museunacional.cat/es/colleccio/toros-caballos-muertos-o-lestiu-tota-cuca-viu/ramon-casas/214436-000 
Oleo sobre lienzo, 1886.
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