la central dedicada a la Sagrada Familia —que alberga el altar—, flanqueada por las capillas de Nuestra Señora del Carmen —donde está enterrado Gaudí— (la imagen de la Virgen del Carmen es obra de Jaume Busquets),
la capilla de Jesucristo,
la capilla de Nuestra Señora de Montserrat
y la capilla del Santo Cristo —donde tiene sepultura Josep Maria Bocabella—.
En el espacio situado bajo las escaleras de caracol de los laterales hay sendas sacristías.
Las bóvedas de la cripta son de estilo gótico, cada una de ellas —en un total de 22— con una clave central decorada con anagramas o imágenes de ángeles y otros motivos; cabe destacar la clave de la bóveda central, con un relieve policromado dedicado a la Anunciación, obra de Joan Flotats. Esta bóveda central es la más alta, y sobresale en el piso superior dos metros sobre el suelo, a la altura del presbiterio, donde unos ventanales permiten ver la cripta desde arriba y aportan luz al espacio inferior. Está sustentada por lunetas apoyadas en arcos sobre diez pilares en haces de columnitas.
Varias de las esculturas originales fueron destruidas en 1936, como la de San José, de Maximí Sala; las del Sagrado Corazón y la Inmaculada Concepción, de Josep Llimona y la del Cristo que presidía el altar mayor, de Joan Matamala.
La cripta está circundada por un mosaico romano de opus tesselatum donde están representados la viña y el trigo, símbolos de la Eucaristía, obra del mosaicista italiano Mario Maragliano
Las vidrieras se confeccionaron con un rico colorido, con imágenes de ángeles cantores y músicos y azucenas. Las pilas de agua bendita de la cripta están hechas con unas grandes conchas marinas (Tridacna gigas) procedentes de Filipinas, que le proporcionaba a Gaudí el marqués de Comillas, dueño de la Compañía Trasatlántica Española. Algunas de las lámparas de la cripta las hizo Gaudí con sus propias manos, ya que el médico le había recomendado trabajos manuales para combatir el reumatismo. También diseñó el mobiliario litúrgico de la cripta, como un atril, un tenebrario, armarios, confesionarios o candelabros, ejecutados por el carpintero Joan Munné.
La cripta de la Sagrada Familia, junto con el taller de construcción, sufrió importantes destrozos el 21 de julio de 1936 en un incendio provocado durante la quema de iglesias de Barcelona en la Guerra Civil. Este atentado destruyó y dañó para siempre algunas de las maquetas, planos y documentos del proyecto original de Gaudí. En ese mismo acto también fue profanada la tumba del fundador del templo, Josep Maria Bocabella, aunque por fortuna la de Gaudí quedó intacta, como pudieron comprobar sus discípulos al abrir el sepulcro en 1939.
Entre 2007 y 2009 la cripta fue objeto de una cuidadosa rehabilitación, esencialmente para colocar unos cimientos nuevos, debido a que los anteriores provenían del proyecto de Villar, y quizá no habrían sido suficientes para las modificaciones realizadas por Gaudí, que doblaban la altura del edificio; pero de paso se rehabilitó la pavimentación de mosaico, así como las vidrieras instaladas en la cripta.
El 19 de abril de 2011 se declaró un nuevo incendio en la cripta, causado por un asistente habitual a la parroquia, que destruyó prácticamente la totalidad de la sacristía. Si bien los daños fueron cuantiosos, no se vieron afectados ninguno de los elementos de valor histórico, como las vidrieras originales de Gaudí. Los más de 1500 turistas que en ese momento visitaban el templo fueron desalojados por las autoridades, si bien se restableció la normalidad poco más tarde. La policía detuvo en pocos minutos al causante del incendio.
Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Templo_Expiatorio_de_la_Sagrada_Familia
Nomes et puc donar les gracies, per uns reportatges tant senzills, documentats i autentics, lluny de buscar jocs de llum i floritures.
ResponderEliminarGracies, que tinguis un bon dia