La finca, conocida anteriormente como casa Tarragó, mantendría el gran mural de grafiti que pintó el colectivo que la okupó hasta febrero de 2014 | Propiedad de una entidad financiera, estuvo a punto de ser demolida
Amnistía finalmente formalizada para el primer edificio del Eixample ideada por Cerdà, ‘La Carbonería’.
El pleno municipal ha aprobado definitivamente este viernes ‘blindar’
la supervivencia de este bloque de pisos del barrio de Sant Antoni a
través de su inclusión en el catálogo de patrimonio arquitectónico de la
ciudad. Dispondrá de un nivel de protección C -Bien de interés
urbanístico-, que admite reformular el interior del edificio pero
prohíbe su derribo o la alteración de su volumetría con remontas y
cualquier otro cuerpo añadido. Así, la entidad financiera Barclays podrá
rehabilitar y comercializar el inmueble del que es propietaria sin que,
a priori, pierda el valor histórico y la personalidad. Antes de
cualquier intervención será necesario realizar un estudio previo y
recibir el visto bueno municipal.
La que fuera conocida en su día como Casa Tarragó, en la calle Urgell
número 30, conservaría además el grafito de la fachada. Si bien no se
especifica explícitamente en la catalogación, el gobierno municipal ha
asegurado que tienen la voluntad de promover que no se retire, ya que
forma parte de la memoria social del edificio. La catalogación ha
contado con los votos favorables de BComú, PSC, CiU, C’s y la CUP,
mientras que el PP se ha abstenido y ERC ha votado en contra por
considerar insuficiente el grado C de protección.
El diagnóstico del valor arquitectónico e histórico lo ha realizado
Enric Granell, arquitecto y profesor titular de historia de la
arquitectura de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona
(ETSAB) - UPC. La medida se anunció en diciembre, tras meses de incertidumbre sobre el posible derribo de la finca okupada hasta febrero de 2014
por el colectivo que pintó el globo aerostático gigante que preside la
fachada y que realizaba algunas actividades abiertas al barrio en el
edificio.
La Carbonería es un edificio en esquina que se adapta de manera
peculiar a la trama Cerdà, ya que es una de las primeras construcciones
con andamios en el Eixample en un periodo que se podría considerar de
transición. La construcción del inmueble, iniciada en 1864, se remonta
al período de consolidación del plan Cerdà, entre los años 1860 y 1865,
cuando convivieron dos tramas urbanas diferentes alrededor del casco
antiguo: la de los caminos de ronda, que debía desaparecer, y la
cuadrícula, que debía ocupar el llano de Barcelona.
Desde el punto de vista compositivo, se trata de un ejemplo típico de
arquitectura de maestro de obra de mediados del siglo XIX que huye de
la monumentalidad y se basa en la sencillez, la ordenación y la
simetría. La construcción, de planta baja y cuatro plantas, queda
definida por dos fachadas principales -una abierta al camino de ronda, y
la otra al nuevo chaflán- y dos laterales. La fachada posterior ha sido
transformada, ya que un número importante de aperturas se han tapado
parcialmente. En la planta baja se sitúa de forma central la puerta de
acceso de arco de medio punto y las entradas a los locales comerciales
en forma de arcos rebajados, parcialmente dañados.
Aunque hay otros inmuebles que rivalizan por el título de primer
edificio del Eixample -como las ‘casas Cerdà’ de Consell de Cent,
también edificadas en 1864-, el periodista y cronista de la ciudad Lluís Permanyer señala que La Carbonería o Casa Tarragó es la única
que puede presumir de documentación clara. Fue la primera que formalizó
la petición de construcción ante el Ayuntamiento de la época, el 2 de
enero de 1864. Las otras cuatro aspirantes, en cambio, cursaron la
solicitud unas semanas después. Eso así, todos los proyectos los firmaba
el mismo maestro de obras, Antoni Valls Galí.
Ver: http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20160722/403400879657/barcelona-catalogacion-la-carboneria-primer-edificio-eixample.html
Carrer Compte d´Urgell. 30
(Actualización al final)
Actualizado 11/08/2020:
"La Carboneria ya es historia
La Carbonería ya es historia. Apenas quedan ya algunos trazos del gran mural que los okupas del considerado como el primer edificio del Eixample pintaron sobre su fachada hace ya un par de lustros. La obras de transformación de este edificio del barrio de Sant Antoni en viviendas presumiblemente de muy alta calidad ya eliminaron aquel gran globo aerostático trufado de un montón de detalles de la vida urbana.
Y aquel gran mural fue mucho más que un símbolo del movimiento okupa, mucho más que otro grafiti de la ciudad... en verdad con el tiempo devino en una estampa miles de veces fotografiadas por ciudadanos que no tienen nada que ver ni con la usurpación de la propiedad privada ni con el arte urbano.
La construcción de esta finca arrancó en 1864 de manos del maestro de obras Antoni Valls i Galí. Otros inmuebles próximos también se postulan como el primero de aquel incipiente Eixample, pero los documentos de La Carboneria parecen más concluyentes. De todas formas, el carácter histórico de este edificio se diluyó con el paso del tiempo. La carbonería que le dio su último nombre cerró sus puertas en la década de los cincuenta. Otros negocios se sucedieron en sus bajos y en las fincas contiguas, como el taller de un electricista, una tienda de legumbres cocidas, una cervecería alemana... Además, en varias ocasiones se puso sobre la mesa la posibilidad de demolerlo todo.
El Ayuntamiento modificó el plan especial de protección del patrimonio arquitectónico de la ciudad para incluir entre sus escogidos a la también conocida como la Casa Tarragó en el verano del 2016. Entonces ya muchos conocían este inmueble por el descomunal mural que adornaba su fachada. El nivel C de protección básicamente prohíbe construir remontas, obliga a mantener la volumetría original e impide que se derribe o transforme irreversiblemente su fachada. Entonces se abrió el debate si esta muestra de arte urbano merecía ser conservada.
El gobierno de la alcaldesa Ada Colau reconoció que el mural en cuestión “no se especifica explícitamente en la catalogación, pero la voluntad es que no se retire, ya que forma parte de la memoria social del edificio”. Pero luego nadie hizo nada al respecto. El debate sobre la conservación del mural también se diluyó en el tiempo. Un grupo inversor francés se hizo con la propiedad de la finca, ubicada entre las calles Urgell y Floridablanca, en el 2017. Y la verdad es que había que ser un tanto ingenuo para creer que el gran mural de La Carboneria tenía futuro, que adornaría la fachada de un edificio de viviendas presumiblemente de muy alta calidad."
Ver: https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20200811/482781613039/carboneria-historia-edificio-eixample-mural-okupa.html
No permitan okupas, la gente deberá respetar la propiedad privada.
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