26/04/2017 J. Torrente. Parallamps

Agradezco a Carmen Barcelona, infatigable buscadora de los aspectos más curiosos y originales de nuestra ciudad, por descubrirme este comercio entrañable

"Los orígenes
En 1860, el Sr. Josep Torrente, juntamente con el Sr. Sebastià Sellarés, iniciaron el negocio de cerrajería, forja y pararrayos que más tarde continuarían las siguientes cuatro generaciones de la familia Torrente.
A partir de 1892, el Sr. Josep Torrente alcanzó la dirección del negocio en solitario.
La evolución
A lo largo de estos años, los retos que supusieron la Revolución Industrial, la Guerra Civil, la postguerra, la llegada de las nuevas tecnologías, etc., han requerido constantes transformaciones en la empresa, y en particular en el taller. Las cinco generaciones han sabido adaptarse continuamente a los cambios industriales y tecnológicos exigidos por la sociedad.
Conservando nuestras raíces
La fachada y el mobiliario de nuestra tienda se han mantenido intactas durante estos 150 años y sólo se han realizado trabajos de mantenimiento y de restauración. Hoy en día, el local, en pleno funcionamiento, se conserva como un pequeño museo y es una joya de la ciudad de Barcelona.
El equipo humano
Estamos orgullosos de formar parte de la historia de estos 150 años.
Agradecemos a nuestros antecesores su impulso creador y sus buenas maneras, y a todos los trabajadores, clientes, colaboradores y amigos, nuestro más sincero reconocimiento por la confianza y amistad dispensada hasta el día de hoy."

Ver: http://www.torrentetecnoindustrial.com/torrente_centenario.html 
Marquès de Barberà, 21

Gràcies a Xavier Simón per aportar: L'any 2003 els titulars de l'establiment van encarregar la restauració de tot el moble de façana, que va ser desmuntat i portat a un taller de restauració, que el va recuperar totalment i a tornar-lo a instal·lar per gaudi dels vianants i orgull d'aquesta ciutat
 
Grácias a Xavier Simón por aportar: En 2003 los titulares del establecimiento encargaron la restauración de todo el mueble de fachada, que fue desmontado y llevado a un taller de restauración, que lo recuperó totalmente y volvió a instalarlo para disfrute los peatones y orgullo de esta ciudad