"Si uno levanta la vista –no sin dificultad,
puesto que la calle Flassaders es angosta- a su paso por el número 30 bis verá el
letrero de Dulces P. Mauri, el nombre de la fábrica de chocolate,
grajeas, caramelos y peladillas que durante décadas inundó de un
agradable olor la zona, hasta su traspaso hará más de 20 años. Ahora el
local está alquilado al restaurante vegetariano La bàscula, que debe su nombre a una inmensa báscula de la antigua fábrica, que permanece aún intacta en la entrada del restaurante.
“Todavía me acuerdo cuando corría por la calle y de vez en cuando desde
la fábrica algún trabajador nos daba un turrón recién salido del
horno”, recuerda Jordi, el hijo de Montserrat. Turrón que se vendía en
la pastelería Mauri que ocupaba los bajos del número 32, y que cerró
hará pocos años."
Carrer Flassaders 30 bis
Reza así: "Fábrica de Dulces P. Mauri : Caramelos. Conservas.Turrones. Chocolates. Grajeas. Peladillas"
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