"N2 Galería presenta la exposición
Rítmica, del artista multidisciplinar Kenor. Además de ser reconocido
internacionalmente por su trayectoria en el street-art, Kenor ha
expuesto con éxito su trabajo de estudio en galerías y ferias de
Francia, Bélgica, Italia y Estados Unidos.
La abstracción geométrica que
caracteriza su obra es una reinterpretación visual de la música. En
efecto, el proceso creativo comienza usualmente eligiendo una canción e
interpretándola. En esta ocasión ha estado presente la música techno de
Detroit, su ritmo abstracto y futurista. A cada beat parece
corresponderle un gesto, un color. Las líneas se entrecruzan y se
superponen unas sobre otras. Del mismo modo que el compás forma el color
de la canción, el conjunto de líneas y sus colores forman el ritmo de
la obra. Así, se asocia una melodía o un cambio de ritmo a cada conjunto
de líneas y colores. En palabras del propio artista, lo que pretende es
incitar al espectador a «sentirse parte de un fragmento sonoro». Las
obras que nos presenta son fragmentos sonoros audibles por el efecto
sinestésico que provocan los movimientos y colores capturados.
Una de las peculiaridades de esta
exposición es que por primera vez cobra protagonismo la escultura por
encima del lienzo. El trabajo escultórico actual de Kenor continúa
siendo cercano a sus primeras instalaciones en espacios abandonados,
cuando empleaba los materiales residuales que quedaban tras el
desmantelamiento, principalmente el hierro y la madera. Es destacable en
este artista la coherencia entre su obra de street-art y su obra de
estudio desde sus comienzos hasta el día de hoy. Los instrumentos, los
materiales y la carga conceptual de sus obras en una y otra vertiente
son los mismos y siguen una evolución paralela. El movimiento directo y
natural de sus líneas pintadas con spray en la calle, es capturado en
las telas con una acción limpia y expansiva. Abunda en su obra la
fragmentación de esas líneas en trozos de color. En algunos casos parece
como si el contorno de las líneas implosionase y, en otros, como si
salpicaduras externas contagiasen la escena. En ambos casos transmite
una sensación de movimiento y ritmo, de ahí el título de esta
exposición, que nos indica, por un lado, la base sobre la cual trabaja
sus obras y, por otro, la manera de interpretarlas.
Su intensa actividad “indoors” no le ha
impedido seguir trabajando en el espacio urbano entendiéndolo siempre,
no como un escaparate para darse a conocer, sino como una exigencia
personal casi obsesiva de interactuar con el espacio, con los
transeúntes y consigo mismo, a fin de alcanzar una sensación de libertad
creativa que retroalimenta su trabajo de estudio."
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