"En
la calle de la Font Florida quedan muchas flores, pero la fuente ya no,
la cegaron cuando se dieron cuenta de que el agua no era potable y sin
embargo bastante gente todavía iba a llenar vasijas en la creencia de
que era tan buena como siempre
había sido, entonces se adoptó la drástica medida y sin fuente ya no
había que temer por la salud de los contumaces (y temerarios)
consumidores. Parece
que esto habría sido causado por vertidos incontrolados de basuras
montaña arriba y sus filtraciones, que habrían contaminado el manantial.
Es la historia que una gentil vecina me ha explicado al preguntarle si el
nombre de la calle realmente respondía a la existencia de una fuente por
aquel lugar.Esta
es una via escondida en la ladera de Montjuïc que se vierte hacia la
Gran Vía, la fecha que muchas de las casas muestran el frontón de la
fachada revela que fueron hechas entre 1930 y 1934. La mayor parte de ellas
son de un estilo uniforme, ornamentadas con sencillos esgrafiados, lo que hace pensar que en un principio todas debían ser iguales. Como
ocurre siempre, algunos propietarios preferirían distinguirse
construyendo una casa diferente, con cierto afán de exclusividad. Pero
la verdadera desgracia de la calle fue -me dice la amable señora- en la
época de Porcioles que favoreció todas las actividades especulativas en
materia de construcción (destrucción?) urbana; en
este caso produjo la infame presencia de edificios de pisos que, además
de dañar la interesante homogeneidad de la calle, se hicieron de una
fealdad insuperable y con una calidad material tan mala que
verdaderamente daban vergüenza. Pero la calle aún conserva bastante encanto y parece que ahora ya está
sujeta a una ordenanza restrictiva que debería salvar lo que queda de
futuras actuaciones indeseables.Las
casas donde no se construyó un garaje (otro factor que ha desfigurado un
poco más la calle) todavía conservan una pequeña salida con arbustos y
flores que llegan a ser muy lozanas, y fue precisamente hablando del
tráfico cuando la vecina me hizo saber que antes no había circulación al no tener salida; también recordaba cuando sólo un residente, el señor Juncosa, tenía
automóvil y que la llegada por aquellas proximidades de un coche
desconocido convocaba la curiosidad de todos los niños del vecindario."
Texto de Pere Castaño
en http://www.bdebarna.net/mapa.php?mapa_id=226&historia=1043
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