Una
desconocida escultura que reproduce una pétrea aguja de tender la ropa
permanece desde 1978 en un rincón del complejo que actualmente se
utiliza como aparcamiento
Un recuerdo de infancia
El autor de la escultura es Jordi Querol y, al parecer, con la pinza de tender la ropa evocaba un recuerdo de su infancia, pues siempre llevaba una en el bolsillo en sus tiempos escolares porque le daba seguridad. Y es que la escultura de la pinza debía presidir en sus orígenes lo que era el patio de juegos de uno de los centros escolares del recinto.
La pinza corona un pedestal de obra que en sus primeros años fue una fuente de la que en la actualidad ya no queda ni rastro. De hecho, el pedestal ha sido sometido a algún tipo de reparación, pues luce una reciente capa de cemento que cubre por completo su estructura de ladrillo y hormigón. Cuesta dar con ella, pues no hay ninguna indicación en todo el recinto e incluso la mayoría de los empleados tienen dificultades para indicar su ubicación. Algunos conocen el lugar donde se erige con el no nombre no oficial de la plaza de la pinza.
La escultura corresponde al periodo en que la Diputación de Barcelona, titular del complejo, hacía su transición democrática bajo la presidencia de Josep Tarradellas. En los años siguientes, dirigida ya políticamente por alcaldes y concejales surgidos a partir de 1979 de las elecciones municipales, el recinto de Llars Mundet fue transformado. Perdió su concepción de antiguo internado para convertirse en un conjunto de pabellones de servicios para los ciudadanos.
Desde 1995, Llars Mundet es también uno de los campus de la Universitat de Barcelona, que ha instalado las facultades de Psicología, Pedagogía y Formación del Profesorado, así como el Institut de Ciències de l’Educació y la Escola Superior d’Hoteleria i Turisme CETT-UB."
Ver: http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20160827/404192292312/barcelona-secreta-homenaje-llars-mundet-pinza-monumento.html
Fotos: Jordi Armengou
Gracias por su aportación a: Rosendo Muñiz Soler
El autor de la escultura es Jordi Querol y, al parecer, con la pinza de tender la ropa evocaba un recuerdo de su infancia, pues siempre llevaba una en el bolsillo en sus tiempos escolares porque le daba seguridad. Y es que la escultura de la pinza debía presidir en sus orígenes lo que era el patio de juegos de uno de los centros escolares del recinto.
La pinza corona un pedestal de obra que en sus primeros años fue una fuente de la que en la actualidad ya no queda ni rastro. De hecho, el pedestal ha sido sometido a algún tipo de reparación, pues luce una reciente capa de cemento que cubre por completo su estructura de ladrillo y hormigón. Cuesta dar con ella, pues no hay ninguna indicación en todo el recinto e incluso la mayoría de los empleados tienen dificultades para indicar su ubicación. Algunos conocen el lugar donde se erige con el no nombre no oficial de la plaza de la pinza.
La escultura corresponde al periodo en que la Diputación de Barcelona, titular del complejo, hacía su transición democrática bajo la presidencia de Josep Tarradellas. En los años siguientes, dirigida ya políticamente por alcaldes y concejales surgidos a partir de 1979 de las elecciones municipales, el recinto de Llars Mundet fue transformado. Perdió su concepción de antiguo internado para convertirse en un conjunto de pabellones de servicios para los ciudadanos.
Desde 1995, Llars Mundet es también uno de los campus de la Universitat de Barcelona, que ha instalado las facultades de Psicología, Pedagogía y Formación del Profesorado, así como el Institut de Ciències de l’Educació y la Escola Superior d’Hoteleria i Turisme CETT-UB."
Ver: http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20160827/404192292312/barcelona-secreta-homenaje-llars-mundet-pinza-monumento.html
Fotos: Jordi Armengou
Gracias por su aportación a: Rosendo Muñiz Soler
"PASSEIG DEL VALL D'HEBRON
Al
principio solo constituía el camino que enlazaba la villa de Sant
Gervasi de Cassoles con la villa de Horta, y se le conocía como la
Carretera de Cornellá a Fogás de Tordera. Adquirió el nombre de Vall
d'Hebrón cuando se empezó a urbanizar muy prudentemente en los primeros
años del siglo XX. Fue en el año 1927 cuando el alcalde de Barcelona don
Darius Rumeu i Freixa conocido como el barón de Viver, le puso el
nombre del passeig del Vall d'Hebrón, por hacer mención al monasterio de
Sant Jeroni del Vall d'Hebrón. Un convento que fue inaugurado en el año
1393 por doña Violante de Bar, la segunda esposa del rey de Aragón y
conde de Barcelona don Juan I el Cazador. Ese monasterio se construyó en
lo que se conocía como el Valle de Horta, una zona agrícola que se
encontraba en la falda de la sierra de Collcerola. Fueron los monjes de
ese monasterio los que le cambiaron el nombre al Valle de Horta, que le
pusieron el nombre del Valle de Hebrón por hacer referencia a la ciudad
palestina de Hebrón, que significaba alianza o algo similar. El caso es
que esta fue la razón por la que ese valle de la sierra de Collcerola
quedó definido para siempre como el Vall d'Hebrón. De la historia del
monasterio solo decir que fue ocupado por los militares en las guerras
dels Segadors, de Sucesión, y en la de la Independencia contra los
franceses donde quedó prácticamente destruido. En el año 1822 fueron
desamortizados sus bienes, y entonces lo poco que quedaba del monasterio
se utilizó como hospital para atender a los enfermos de la fiebre
amarilla y el cólera que azotaron en aquellos años. En el año 1835 lo
que quedaba del monasterio fue víctima de la quema de conventos que se
produjo en ese año, y lo poco que quedó del monasterio desapareció
definitivamente en el año 1877, cuando se construyó la carretera de la
Arrabassada. Las cuatro piedras que pudieron quedar a flote,
desaparecieron en el año 1960 cuando se construyó allí una gasolinera.
Lo cierto es que cuando se empezó a urbanizar esa zona a partir de los
años cincuenta, el paseo del Valle de Hebrón se convirtió en el embrión
principal de la nueva infraestructura de vivienda, y fue precisamente su
nombre de Hebrón, el que indujo a que se le pusieran nombres bíblicos a
todas las calles que se fueron abriendo. Así surgieron nuevas calles
urbanizadas que se llamaron Betania, Canaán, Getsemaní, Golgota, Haita,
Idumea, Jericó, Jordán, Judea, Mejido, Monte Tabor, Naím, Nazaret,
Nínive, Palestina, Samaria, Sidón o Tiro por citar algunas. Un paseo
donde lo que más destaca es la residencia de la Seguridad Social, y
otros centros públicos y privados de gran relevancia en la ciudad de
Barcelona. Y sobre todo su nombre de passeig del Vall d`Hebrón, que es
el que sigue manteniendo en la actualidad."
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