Es común encontrarse en el Raval muestras de edificios del XIX. que reconvertieron sus plantas bajas en dos viviendas (bajos y entresuelo) aprovechando las enormes alturas que tenían los pisos en aquellos tiempos.
La industrialización, la presencia de casas-fábrica y la necesidad de alojar a la población obrera que en ellas trabajaba, se conjuraron en las mentes perspicaces como una forma de sacar doble beneficio del mismo espacio.
Carrers Hort de la Bomba y Joaquim Costa
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