12 jun 2018

1/04/2018 Tesoros del MNAC LXXXV: Real Monasterio de Santa María de Sigena I: Pinturas murales de la Sala Capitular

"El Real Monasterio de Santa María de Sigena (también Sixena y Sijena) es un monasterio del siglo XII situado en el término municipal de Villanueva de Sigena (Monegros, Huesca) hecho construir por Sancha de Castilla (reina consorte de Alfonso II de Aragón) como monasterio destinado a religiosas hospitalarias.
La fundación de Santa María de Sigena tuvo lugar el 23 de abril de 1188, cuando ingresaron como «dueñas» o religiosas monjas de la Orden de San Juan de Jerusalén pertenecientes en buen parte a las familias de mayor alcurnia (realeza y linajes de ricoshombres aragoneses). Pronto formaron comunidad con tres clases o estamentos: sorores o domne (religiosas claustrales), iuniores (niñas educadas por las religiosas, que vivían en el monasterio) y media cruz (religiosas obedenciales y servidoras de la comunidad). Hasta 1292 fueron prioras del monasterio Ozenda de Lizana, Urraca de Entenza, Toda Ortiz, Elisenda de Querol e Inés de Benavente. Teresa Jiménez de Urrea fue priora desde 1292 hasta 1321 y le sucedió la infanta Blanca, hija del rey Jaime II de Aragón, fallecida en 1348. La hermana de la infanta Blanca, María, cuando enviudó tomó los habitos y se retiró al monasterio. 

Historia
La construcción comenzó hacia 1183 y quedó consagrada ya el año 1188 por el obispo Ricardo de Huesca (1187-1201).2​ Monasterio dúplice de monjas y frailes, aunque desde el principio gobernado por las prioras.6​ La fundadora, Sancha, muere en 1208 y recibe sepultura en el monasterio4​. Comienza entonces una época de crisis que solo termina cuando Jaime I le da su protección. En tiempos de este rey hubo una segunda consagración documentada en 1258. Mediado el siglo XIII vuelve la decadencia económica hasta que, en 1298, Jaime II lo acoge bajo su amparo dando inicio a una nueva época de esplendor. Durante el priorato de Blanca de Aragón, en la primera mitad del siglo XIV, el monasterio fue enriquecido con tapices, retablos, pinturas, mobiliario y obras de arte. En el largo interregno que cerró el Compromiso de Caspe en 1412, las «dueñas» de Sigena tomaron partido por el conde Jaime II de Urgel. Resultado del compromiso fue la derrota de Jaime y la proclamación de Fernando I de Aragón, de la casa Trastamara. La nueva casa reinante, que nada tenía que ver con la dinastía fundadora, ignoró al monasterio de Sigena.
Durante los siglos XVI y XVII continuó la vida monástica, regulada en 1588 con la aprobación del Libro Consueta o Tercera Regla, una adaptación de la regla redactada para este monasterio en 1188 por el obispo de Huesca, Ricardo. En aquellos años, Sigena ya no era ni archivo real ni corte e incluso, durante los siglos XVII y XVIII, desapareció la vida comunal.7
La desamortización de 1835 le privó de la mayor parte de sus bienes y la comunidad fue obligada a abandonarlo. Las monjas regresaron algunos años más tarde, momento en el que se ejecutaron algunas obras de reconstrucción.
En agosto de 1936, en el ambiente anticlerical de la II República y a comienzos de la Guerra Civil Española, el monasterio fue incendiado y arrasado por milicianos anarquistas aragoneses y catalanes, salvándose solamente la iglesia románica y el Panteón Real. Muchas obras de arte fueron destruidas o saqueadas y las tumbas de los reyes de Aragón fueron profanadas.
Las monjas de San Juan de Jerusalén abandonan el monasterio a principios de la década de 1980. En 1985 llega a Sigena un grupo de religiosas de la Familia monástica de Belén, de la Asunción de la Virgen y de San Bruno, que habita el monasterio actual. Desde 1950 se han llevado a cabo obras de reconstrucción en la iglesia, el refectorio, la sala capitular y el claustro. 

Contenido
El monasterio albergaba gran cantidad de pinturas murales, mobiliario y obras de arte, patrimonio que ha ido perdiendo durante las numerosas crisis de abandono y dejade, del que se perdió gran parte con la Guerra Civil. Las pinturas de la sala capitular se extrajeron en 1936 para su protección durante la Guerra Civil tras ser incendiado el monasterio, y actualmente se conservan en el Museo Nacional de Arte de Cataluña. Este Museo lleva varios años en litigios emprendidos por el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Villanueva de Sijena que exige que esas pinturas murales, depositadas allí en 1936 pero de las que ni el museo ni Sijena carecen de título de propiedad, vuelvan de nuevo al lugar de donde, según los expertos, nunca debieron ser arrancadas, pero las malas condiciones de entonces, obligaron a llevarlas al museo para su conservación. El Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento han ganado ya dos contenciosos por los que el Museo se ha visto obligado a devolver decenas de objetos del monasterio sin considerar el estado de la ubicación final. La plataforma Sijena Sí lucha por que se ejecuten las sentencias y los bienes vuelvan a su lugar de origen, aunque fueron sus antecesores y vecinos de Sijena, quien con su ayuda y permiso ayudaron a recuperar las obras y enviar al museo."

Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Real_Monasterio_de_Santa_Mar%C3%ADa_de_Sigena

Gracias a Carlos Mur Ascaso por aportar_
"En 1923 el monasterio de Villavueva de Sijena fue declarado monumento nacional. El post omite esto y creo que es un dato importante, pues a partir de esa fecha, las obras quedan protegidas, y no pueden ser vendidas...
Por la razón que sea este dato suele omitirse, pero explica algunas sentencias a favor de las demandas aragonesas..."


 























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