El icónico edificio de Barcelona reabre sus puertas tras casi una década de obras de remodelación
El renovado mercado es como una pequeña ciudad dentro de Barcelona que cuenta con una nueva superficie total construida de 53.388 metros cuadrados distribuidos en cinco plantas, cuatro de ellas subterráneas. Esta joya arquitectónica, construida entre 1879 y 1882 por el arquitecto Antoni Rovira i Trias, entra en una nueva fase conservando su esencia y adaptándose a los nuevos tiempos con múltiples novedades de la mano del proyecto de remodelación del Taller de Arquitectura Ravetllat-Ribas.
Menos paradas, pero más grandes
Habrá tres mercados en uno con 235
establecimientos totalmente renovados y más grandes, con una
media de ocho metros lineales. Los clientes tendrán más espacio ya que
los pasillos serán más amplios que antes de la reforma. En el interior,
la zona destinada a la alimentación se reduce, 52 corresponden al
mercado de producto fresco frente casi al centenar que había en la
carpa provisional. Los puestos se ubicarán en el corazón del mercado, en
el centro, en la planta que da a pie de calle. Las 105 paradas de los encantes (no alimentario) también se ubicarán en el interior, en los pasillos más cercanos a la fachada mientras que el mercado dominical se mantiene en el exterior.
En cuanto a los horarios, el mercado del fresco abrirá de
lunes a sábado de ocho de la mañana a ocho de la tarde, el de los
encantes cuatro días a la semana (lunes, miércoles, viernes y sábado) y
el dominical, como su nombre indica, los domingos.
Marquesinas retráctiles para el dominical
El mercado
dominical de libros se instala finalmente en el perímetro del edificio con 78 paradas. Ha cambiado sus antiguos toldos por unas modernas marquesinas
retráctiles de unos tres metros de altura que no han estado
exentas de polémica. Algunas críticas han sido por el “impacto negativo
en la visión” del edificio y su entorno.En concreto, el dominical se ubica alrededor del mercado y en las aceras contrarias de las calles Tamarit y Urgell, con un espacio total de 485 metros lineales de venta. La marquesina de la acera de la calle Comte d’Urgell es retráctil lo que permitirá que pueda quedar descubierta.
Carga y descarga subterráneas
Una de las grandes novedades del mercado Sant Antonti se esconde en su subsuelo. La infraestructura crece subterráneamente con cuatro plantas a través de una rampa de acceso por la calle Tamarit. Así, la carga y descarga de mercancías se realizarán en la planta -3 de 11.000 metros cuadrados, donde también estarán los almacenes para cada paradista y se llevará a cabo la gestión de residuos.Las plantas -2 y-4 se usarán para aparcamiento con unas 400 plantas destinadas para los clientes. En total, habrá 398 plazas para turismos, incluyendo siete plazas eléctricas y 10 para personas con movilidad reducida, y 102 para motocicletas, 8 eléctricas.
La planta -1, que está conectada con la 0 con escalares mecánicas y una zona de paso por la calle Manso, se destinará a zona comercial y también se podrá ver la muralla medieval y la contraescarpa.
Supermercado y gimnasio, nuevos ‘inquilinos’
Nuevos inquilinos del mercado se ubicarán en la primera planta subterránea. Aquí se abre un supermercado Lidl,
con un acceso directo desde el exterior y una capacidad de 1.300 metros
cuadrados. Para la puesta en marcha del establecimiento está prevista
la contracción de 55 empleados.El otro inquilino, que se prevé que esté listo para otoño, será un gimnasio, en la plata menos uno subterránea. Se tratará del primer mercado de la ciudad que tenga un local de estas características con una superficie de unos 1.300 metros cuadrados. La firma de bajo coste Duet Fit lo gestionará después de ser la única empresa que se presentó a la licitación del local destinado a comercio no alimentario.
Un ‘museo’ al aire libre
El mercado de Sant Antoni es un reflejo de la historia de la
ciudad. La infraestructura se levantó sobre el baluarte de Sant Antoni y
el sistema defensivo de la antigua ciudad medieval. El equipamiento
potenciará su pasado histórico y será una especie de museo al aire
libre.Una de los atractivos es que además de recuperarse la muralla medieval se puede ver la contramuralla en la planta -1 desde las calles las calles Urgell y Manso.“Ha sido una de las sorpresas principales del proceso de excavación, nada nos garantizaba que la contramuralla estuviera en tan buen estado”, reconocía Pere Sirvent, el responsable de proyectos del Institut Municipal de Mercats de Barcelona (IMMB) durante una visita a los medios de comunicación.
Aunque una de las joyas que se podrá visitar en un futuro serán los restos de la legendaria calzada romana Via Augusta. Está previsto que por la entrada de la calle Borrell se habilite un acceso al nuevo espacio museístico, todavía pendiente de ejecutarse y visitable como un espacio más del Museu d’Història de Barcelona. En este lugar se retornarán algunas de las piezas encontradas, especialmente funerarias.
Usos vecinales y ‘gentrificación’
El renovado mercado incorporará en la planta -1 un espacio de
uso vecinal, de unos 500 metros, que incluirá una sala de cocina
comunitaria y un espacio para jóvenes, entre otros servicios. Una de las
principales preocupaciones de los vecinos es que el equipamiento acabe
acentuando la gentrificación
Plataformas como Fem Sant Antoni alertan de que el remodelado mercado puede provocar una “turistificación” del barrio y un aumento de los precios de los pisos. Por su parte, los paradistas reivindican el nuevo Sant Antoni como mercado de barrio. En un vídeo en colaboración con una onegé vecinal, Maria Masclans, presidenta de la Associació de Paradistes de Menjar Fresc del Mercat de Sant Antoni, ya dejaba sus intenciones claras: “Sabemos que este mercado despertará admiración entre personas que visitan la ciudad, que serán bienvenidas, pero queremos trabajar para que no entorpezcan la actividad realmente importante para nosotros”.
Llega otra ‘supermanzana’
Con la reinauguración del mercado también llega otra
supermanzana en la ciudad. Se trata de la primera
fase de las actuaciones de urbanización en el cruce de las calles Comte
Borrel y Tamarit y la pacificación de las calles del entorno. La
intervención supondrá una inversión de 3,5 millones de ruso y en esta
zona se dará prioridad al peatón y se restringirá la circulación de los
vehículos.No será la única intervención y en octubre está previsto que arranque la segunda fase con la remodelación de las calles Comte Borrell, entre Gran Via de les Corts y Floridablanca; y Tamarit, entre Viladomat y Calabria. Para esta actuación el coste también será de 3,5 millones de euros."
Ver: http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20180523/443765988481/grandes-novedades-mercado-sant-antoni-barcelona.html
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