"Las que más destacan, y que sin duda son las
más conocidas, son las que se sitúan en el ábside.
En este fresco se representa a la Maiestas Mariae y la Epifanía,
bajo la cual, enmarcados mediante arcos, se representan los apóstoles.
La escena presenta a la Virgen con el Niño sobre sus rodillas,
uno de los más habituales de la iconografía románica,
que proviene de la iconografía bizantina en su derivación
de la Virgen Kiritissa. Se trata de la virgen María representada
como trono de su hijo Jesús, envueltos ambos en una mandorla
(un marco en forma oval o de almendra) asimétrica. Así,
Cristo presenta en su mano izquierda el pergamino de la Ley, mientras
que con la mano derecha realiza la señal de bendición.
A ambos lados se sitúan los tres Reyes Magos,
Melchor a la derecha, Gaspar y Baltasar a la izquierda, los cuales
están realizando la entrega de ofrendas (es el episodio de
la Epifanía) con las manos veladas a modo de señal
de respeto hacia el hijo de Dios. En el centro de la bóveda
de esta zona del templo, se muestra el Agnus Dei (la representación
del Cordero de Dios). Sobre la escena se presentan las dos estrellas,
siguiendo de esta manera el relato evangélico.
En este fresco de Santa María de Taüll
se pueden apreciar las características principales de la
pintura románica. Así, se observa el empleo de la
perspectiva jerárquica (mayor tamaño en función
de la importancia del personaje), siendo representados los Reyes
Magos a un tamaño inferior que el de la Virgen con el niño,
la cual aparece desproporcionada en tamaño con el objetivo
de destacar su importancia con respecto al resto de personajes,
que son secundarios en la escena.
Los colores son planos y vivos (gracias a la técnica
del fresco, que permite obtener colores muy brillantes), destacando
el empleo del rojo y el azul. Se marcan además los contornos
de las figuras en un trazo grueso en negro, y los campos cromáticos
también se delimitan. Se aprecia, sin embargo, una novedad
técnica con respecto a la pintura románica del momento
y es que si bien no hay empleo de recursos lumínicos, en
los pliegues de los vestidos de los personajes y en algunas partes
de manos y caras se observa un ligero intento de efecto de claroscuro.
Por otra parte, las figuras son frontales e hieráticas, sin
expresión, movimiento ni volumen, característica típica
de la pintura románica de clara influencia bizantina y que
pretende recalcar la idea de divino de los personajes, que están
alejados del mundo de aquellos que están observándoles.
En un registro inferior, en el tramo recto que precede
al ábside, bajo una galería de arcos, en el intradós
del arco triunfal mayor, se representan a los cuatro evangelistas:
San Pedro, San Pablo, San Andrés y San Juan. Cada uno de
ellos porta sus atributos característicos: las llaves, el
libro, la cruz y el libro, respectivamente. Acompañando a
estos personajes, varios ángeles y arcángeles. Los
apósteles son organizados en el fresco utilizando el recurso
de la arquería simulada (arquitectura pintada). Para separar
la zona con el fresco de la Maiestas Mariae-Epifanía y la
de los evangelistas, se pinta una cinta con un motivo geométrico
de zig-zag. Bajo estos dos niveles de frescos, encontramos un tercer
registro en el que se representan escudos de forma circular (clípeos)
asociados a un bestiario fantástico. El nivel más
inferior está compuesto por la representación de una
serie de cortinajes.
Los fondos de todo el conjunto pictórico, al
igual que los episodios principales, presentan vivos colores, y
están realizados a base de bandas horizontales que recuerdan
a las ilustraciones de los beatos mozárabes, contemporáneos
en cronología."
Ver: https://www.arteguias.com/iglesia/santamariataull.htm
C`est le trésor du ancient art.
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