Luego de tres años de rehabilitación, la espectacular casa Burés, que domina con autoridad el chaflán de Ausiàs March/Girona y se desborda hacia ambas calles, ha recuperado la magnificencia aportada por las artes aplicadas.
Francesc Burés, hijo del fundador de la próspera empresa algodonera, especializada en hilados y tejidos, encargó a Francesc Berenguer, colaborador de Gaudí, que le proyectara tan ambicioso edificio; carente de título, firmó la obra el arquitecto Miquel Pasqual.
Toda la planta fue dedicada a oficina y almacén textil; el principal
pasó a ser la residencia del propietario; y las plantas superiores,
viviendas de alquiler. Poco después de su inauguración, Francesc Cambó residió en uno de los pisos.
La crisis de este sector industrial vació el
inmueble, que por su decoración espectacular fue escenario de
filmaciones y fotografías. Se abrió unos días para Casa Decor. El
Ayuntamiento de Barcelona lo compró y en pleno delirio electoral aseguró
que lo convertiría en un centro de interpretación del modernismo y
museo de arquitectura. Pasadas las elecciones, acabó vendiéndolo a la
Generalitat, que no supo darle un destino razonable y la posterior
crisis económica le obligó a ponerlo en venta, sin hallar comprador.
Abandonado, los saqueadores expoliaron con impunidad cuanto
quisieron. Baste un ejemplo brutal. El gran oso que cinceló el escultor
Coll en el arranque de la escalera noble, sufrió la amputación de pies y
brazos con el fin de poder arrancarle el farol artístico que
enarbolaba, obra del gran Gaspar Homar.
Luego de subastas desiertas,
al fin lo adquirió la promotora Bonavista Developments. Aunque deseaba
proyectar un hotel, prefirió después convertirlo en 26 pisos. Ha sido
una suerte, pues la estructura original lo propiciaba. De la dirección
de la obra se ha responsabilizado el arquitecto Juan Trias de Bes. La
mayor dedicación se ha concentrado en rescatar dentro de lo posible
cuanto esplendor ornamental no había sido sufrido irremediables
destrucciones bárbaras.
Manfredo Navarro ha coordinado un equipo
de artesanos y expertos en patrimonio. Importa recordar a los artistas
acreditad+os que habían trabajado bajo la dirección de Francesc
Berenguer. Gaspar Homar: mobiliario, mosaico romano y metalistería; Pau
Roig: marquetería; Joan Carreras, tallas; Antoni Coll Pi: escultura;
Oleguer Junyent: pinturas murales, dibujo de vidrieras y decoración;
Antoni Bordalba: realización de las vidrieras.
La portería, que recibe con grandeza y elegancia,
aparece presidida por la escalinata suntuosa guardada por el oso,
magnificada por la verticalidad espacial y coronada de forma emocionante
por una vidriera espectacular. Un ascensor de techo creativo eleva de
forma iniciática hacia el principal. Arrimaderos, pavimentos cerámicos,
parquets y techos florales se derraman por doquier. El salón circular de
la torre que enaltece la esquina de la finca encierra una atmósfera
intensa. Pero el momento culminante aparece en el gran salón forrado de
madera, pinturas murales y vidrieras polícromas, presidido por la
chimenea, un mueble artístico, rotundo, tallado por la mano de Carreras y
realzado con el mural cerámico dibujado por Oleguer Junyent."Ver: https://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20190219/46562957017/casa-bures-rehabilitacion-restaurada-modernismo-imagenes.html
Carrer Ausiàs Marc, 30-32 / Girona, 12-18
Ver también el magnífico reportage sobre la casa Burés y su historia de donde La Vanguardia ha extraido la mayoría de la información, en:
https://criticartt.blogspot.com/2016/05/pindoles-per-lany-ramon-casas-2-la.html?m=1&fbclid=IwAR2YEAYVQBNx3amueVaN5KSjO9Gvoaao6uUVkFFkhAgJj-ZQOybqU5ZORzY)
El oso del vestíbulo ahora y antes:
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