"Del
palacio de los Marqueses de Alfarràs, construido en la calle Nueva de
San Francisco en 1774, no queda sino la fachada en la calle Josep Anselm
Clavé, la cual le fue añadida a mediados del siglo XIX coincidiendo con
la urbanización de la plaza Duque de Medinaceli. Dañado
por los bombardeos de la guerra civil, parece que el palacio quedó en
pie hasta principios de los años cuarenta del siglo XX, en la que una
operación inmobiliaria de carácter especulativo comportó su derribo y
posterior edificación de viviendas en su solar. Sin
embargo, Adolf Florensa, desde su cargo municipal, consiguió impedir la
desaparición de la delicada fachada neoclásica de la calle Josep Anselm
Clavé, junto con la crujía que de una manera estricta la apoya, de la
que una vuelta y un arco son la único testigo de un vestíbulo presidido por una gran escalera, posiblemente datable con anterioridad a la fachada. Se
conservan fotografías de este espacio, así como de la suntuosa
decoración interior, de estilo imperio, y los jardines colgantes que,
junto a la fachada neoclásica, daban a la calle Josep Anselm Clavé. En
la fachada, de sillares de piedra de Montjuïc y paramentos estucados,
destaca la cuidada talla de los relieves escultóricos, entre los que
cabe mencionar el enmarcado del portal y las cuatro ménsulas que
sostienen el balcón principal.Abandonadas
desde entonces, el aspecto actual de los escasos restos del antiguo
Palacio de Alfarràs se debe también en parte a pequeñas intervenciones
llevadas a cabo por Florensa, como es la conversión en ventanas de los
dos portales que flanquean el principal y el
revestimiento añadido al ángulo con Nueva de San Francisco con el fin
de integrarlo miméticamente con la fachada que se quería conservar."
Ver: http://w123.bcn.cat/APPS/cat_patri/editElement.do?id.districte=01&reqCode=inspect&id.identificador=759&
"El
edificio conocido tradicionalmente como Palau Alfarràs es una
construcción residencial terminada en 1774 por encargo de los marqueses
de Alfarràs. De este edificio no queda sino la fachada en la calle Josep Anselm Clavé, realizada en el siglo XIX. Actualmente es la sede de la Casa Rusia de Barcelona. La
casa Alfarràs se localiza en el barrio de la Merced de Barcelona, a
una manzana enmarcada por las calles Sils, Nueva de San Francisco y
Josep Anselm Clavé, abriendo la fachada en el número 31 de esta última
vía.El
edificio ocupa una parcela muy regular aunque tiene muy poco que ver
con la antigua organización en planta del edificio barroco. Dispone de tres niveles de alzado: planta baja, principal y segundo piso todo cubierto por una azotea plana transitable Derribado
y reconstruido en el siglo XX, el único elemento que se conserva de la
construcción primigenia es la fachada de piedra de estilo neoclasicista,
añadida o reformada a mediados del siglo XIX, sobre la base de la
construcción barroca. Esta fachada destaca por la simetría y equilibrio en la composición y organización de las aberturas. El frontis se organiza en tres cuerpos verticales, disponiendo el central de una mayor relevancia estructural y decorativa. Sin
embargo la planta baja presenta un tratamiento diferenciado del resto
de nivel, organizándose esta a modo de basamento con sillares de piedra
de gran tamaño revestidos los cuerpos laterales. Destaca
especialmente de este nivel la portada -localizada en el tramo central-
enmarcada por unas discretas pilastras de piedra molduradas. La puerta se configura como una apertura rectangular de gran altura, con dintel y montantes esculpidos con hoja de acanto. Este cuerpo se remata con una franja decorativa con motivos vegetales encima de la puerta y geométricos a los lados. Las
pilastras se rematan con unas ménsulas ricamente decoradas (dos a cada
lado de la puerta) y que sostienen el voladizo del balcón del primer
piso. La
puerta queda flanqueada a sendos lados por unos grandes ventanales con
arco de medio punto adoveladas que actualmente se encuentran protegidas
por unas rejas de hierro. El
primer y segundo piso de la fachada se muestran claramente
diferenciados de la planta baja, primeramente por la pequeña cornisa
moldurada existente entre sendos cuerpos y en segundo lugar por el
propio tratamiento de la parte superior del frontis. Este
dispone de tres cuerpos verticales claramente definidos gracias a unas
grandes pilastras de fuste moldurado y un potente capitel de orden
corintio que sobresalen del plomo de la fachada. Estas pilastras no hacen sino enmarcar y monumentalizar el cuerpo central, en el cual se disponen dos ventanas (una por piso). Las
ventanas de la planta principal se configuran como aberturas de gran
altura, con montantes moldurados, dintel esculpida y guardapolvos a modo
de entablamento, abriéndose estas a unos balcones de piedra en
voladizo. La
losa de los balcones presenta decorada su cara inferior -visible desde
la calle- con un moldurado y una especie de rosetones, ornamentación que
se complementa con la barandilla de balaustres, la cual dispone de unos
elementos centrales que tienen un pequeño bajorrelieve central . Los
balcones laterales presentan unos balcones menos monumentales, con la
losa más corta y ménsulas más sencillas aunque igualmente esculpidas. Las
ventanas del segundo piso son mucho más sencillas, tanto en altura -que
es menor- como en el tratamiento de la apertura propiamente dicha; en este caso ya no hablamos de balcón sino de ventanas con alféizarEl
frontis se remata con un potente entablamento -que parece apoyarse
en las grandes pilastres- y una cornisa en voladizo esculpida, encima de
la cual se desarrolla una balaustrada de piedra rota en el tramo del
cuerpo central por la presencia de un elemento macizo de piedra, moldurado y coronado por florones.Actualmente
el cuerpo donde se inscriben los pisos superiores se encuentra
parcialmente revestido por un enlucido rojizo que contrasta con la
blancura de la piedra vista de las pilastras y demás elementos
estructurales de fábrica. El
resto de fachadas -de construcción relativamente reciente junto al
resto del conjunto- fueron proyectadas manteniendo una cierta similitud
con la conservada en la calle Josep Anselm Clavé
Historia
Durante
el último tercio del siglo XVIII, Barcelona vio como varias familias
nobles construyeron nuevos palacios urbanos (Casa March, Palau Moja,
Casa Larrard, Palau de la Virreina ...) En este contexto, en 1774 el
marqués de Alfarràs
encargó la construcción de una residencia urbana en la calle Nueva de
San Francisco Este edificio barroco fue posteriormente modificado por el
proyecto de fachada neoclasicista de mediados del siglo XIX, ligado al
proceso de urbanización de la plaza del Duque de Medinaceli.
Los
bombardeos de la Guerra Civil dejó la estructura del edificio original
muy dañada, permaneciendo de pie hasta los años cuarenta del siglo XX. Dado el estado del inmueble se propuso su derribo y la construcción de un nuevo edificio. El
entonces arquitecto municipal, Adolf Florensa, logró evitar el derribo
de la fachada neoclásica, único elemento que se conserva junto con la
crujía que le da soporte. Conociendo
el esplendor que había tenido la casa gracias a numerosas fotografías
de época, las cuales muestran la suntuosa decoración interior de estilo
imperio y los jardines que, junto a la nueva fachada daban acceso a la
calle Josep Anselm Clavé. Destacaba
especialmente el salón principal, de gran tamaño -como solían tener
este tipo de residencias- con numerosas puertas que permitían la
comunicación con otras salas y paredes decoradas. Los
muros estaban completamente revestidos con pinturas que imitaban una
falsa arquitectura con parejas de columnas de fuste de mármol y
capiteles de orden corintio. Los
intercolumnios presentaban unos paneles de mármol fingidos y encima de
cada puerta un panel donde se representaban alegorías de las ciencias y
las artes, muy probablemente porque Joan Antoni Desvalls (marqués de
Llupià i Alfarràs) fue presidente de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona. Las columnas parecían soportar una gran entablamento una cornisa decorada con una cenefa griega Abandonado
durante muchos años el estado actual se debe al proyecto del
arquitecto Adolf Florensa que convertió los dos portales que
flanqueaban la entrada principal en ventanas y añadió un revestimiento
en el ángulo con la calle Nova de Sant Francescocon el fin de integrarlo simétricamente con la fachada que se quería conservar.
A finales del siglo XX, el edificio fue sede del Síndic de Greuges y desde 2011 acoge La Casa Rusia de Barcelona"
Ver: https://ca.wikipedia.org/wiki/Casa_del_Marqu%C3%A8s_d%27Alfarr%C3%A0s
Durante las obras de adaptación para ser la sede del Síndic de Greuges de Catalunya, se instaló, cerrando el patio interior, la que habia sido puerta de la finca Can Ponsic de Sarrià
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