Y es que este barrio era famoso por su abundancia de agua y en él se instalaran numerosas lavanderías. Todavía hoy puede encontrarse, en la Calle de Aiguafreda, tal y como eran las casas de quienes a ello se dedicaban: casas unifamiliares, con pozos, lavaderos y huerto. La verdad es que parece que estemos muy lejos de Barcelona, tanto en el espacio como en el tiempo...
Ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Horta_%28Barcelona%29
Gracias por su aportación a:Carme Martin (16/08/2023)
"Els veïns js no deixen passar a ningú, estan farts de visites i es comprèn, slguns se'ls colen dins de cssa i tot."
"Los vecinos ya no dejan pasar a nadie, están hartos de visitas y se comprende, algunos se les cuelan dentro de la casa y todo."
"CARRER DE AIGUAFREDA
Una
calle pequeña y estrecha de la antigua villa de Horta que bien se
podría confundir con un pasaje. Tenía de particular que al igual que
otras calles adyacentes como podían ser els carrers de Granollers,
Llobregós, baixada de Can Mateu o la plaça de les Bugaderes, disponía de
unos pozos donde extraía un agua estupenda que se sacaba de zonas
subterráneas. La gracia de la calle Aiguafreda estaba en que allí se
extraía un agua muy fría. De aquí devengó que se la llamara Aiguafreda o
Agua Fría en castellano. Tanta riqueza en un agua tan limpia y tan pura
fue lo que indujo a fabricar unos lavaderos, y como serían las cosas
que la noticia llegó a la ciudad amurallada de Barcelona donde la gente
más rica se puso en contacto con los vecinos de la villa de Horta,
simplemente para que le pudieran lavar su ropa. Y de esta forma tan
sublimar surgió lo que se denominó como las “Lavanderas de Horta”, donde
los hombres trabajaban de labriegos en las viñas mientras las mujeres
lavaban la ropa de la ciudad amurallada, sacando de esta manera un
complemento económico para sus casas. En la ciudad amurallada las
mujeres solían acudir a lavar su ropa en la acequia Rec Comtal que en el
siglo X mandó construir el conde de Barcelona don Miró I, porque no
todo el mundo disponía de dinero para poder pagar a las “Lavanderas de
Horta”. El problema estaba en que el agua de la acequia Rec Comtal no
siempre bajaba limpia, era mucha la gente que tiraba allí sus
inmundicias, así como los deshechos y tintes que vertían algunas
fábricas, o las porquerías que provenían del matadero. Por eso la gente
rica, así como las iglesias y los hospitales enviaban su ropa a las
”Lavanderas de Horta”, que todos los lunes bajaban con unas tartanas a
la ciudad amurallada para recoger la ropa sucia, que la entregaban
totalmente limpia los sábados. Una tradición que se empezó a desarrollar
en el siglo XVII, y se estuvo manteniendo hasta bien entrado el siglo
XX. De hecho las “Lavanderas de Horta” estuvieron trabajando hasta que
aparecieron las lavadoras eléctricas."
Quina meravella; AL MEU barri; a costat d'on vaig viure 30 anys ♥️
ResponderEliminarAquest carrer es més bonic al natural...i amb segons quina llum surten molt bones fotos
ResponderEliminarHorta, t'estimo
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