Cuando Lluís Domènech i Montaner muere, dejando inacabado su proyecto modernista para el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau y le encargan a su hijo, Pere Domènech i Roura, acabar los doce pabellones pendientes, las tendencias arquitectónicas del norte de Europa, simples y espartanas, han irrumpido en Catalunya y el modernismo es visto ya como un estilo recargado, pretencioso, cursi y pasado de moda. Se impone el noucentisme. Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Novecentismo
Asi que Pere sigue el proyecto de su padre pero lo despoja de todo lo "innecesario". Ya no hay lugar para las cerámicas, los colores, las esculturas. Es el mundo del humilde ladrillo y la monocromía.
Ahi van algunos ejemplos de ello
Convento de las Hospitalarias
Casa de la Convalescencia
Iglesia de Sant Pau
Otros pabellones noucentistas:
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