Clavé fue todo un personaje de la vida sociocultural catalana. Fue un activista y defensor a ultranza de los derechos de los trabajadores: cosa que le valió, en varias ocasiones, de ir a la cárcel. Pero sobre todo, siempre será recordado como compositor, director musical y por fomentar el canto coral como método armónico de trabajo en equipo. Ahí ha quedado como legado la Federación de Coros Anselm Clavé
Este estilo de vida en favor de los derechos humanos es ya orientativo de su pertenencia al movimiento masón. Y esto queda reflejado en el pedestal que soporta su estatua, pues se ven claramente estrellas de cinco puntas reposando cada una sobre una columna. Además, las estrellas están unidas por ramas de acacias.
Para los masones, la estrella de cinco puntas, también llamada Pentalfa o Pentagrammom, simboliza el dominio del espíritu sobre los elementos de la naturaleza que, a veces, suele ser representada con una G inscrita en el interior: en referencia a la Geometría, Gnosis, Génesis, Generación Universal o Gran Arquitecto Universal.
Las columnas, por su parte, hacen de enlace entre lo terrenal y lo divino: lo que es arriba es abajo según el principio hermético. Además representan a las dos columnas de la fachada el antiguo templo de Salomón en Jerusalén: Boaz (izquierda) y Jákim (derecha).
El monumento está compuesto por un pedestal de piedra ornamentado con motivos alegóricos a la música, y a la masonería donde destacan cuatro arpas que sostienen estrellas de cinco puntas y coronas de laurel, que hacen de soporte a una gran figura de bronce de casi 5 metros de alzada L aescultura, originalmente de color dorado, representa a Anselm Clavé en pie y dirigiendo un coro con una batuta en la mano estendida.
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