"Parroquia de San Millán
El templo
parroquial de Junguitu es de planta de cruz latina, con un crucero, una
cabecera poligonal y dos tramos en la nave. La construcción del templo
se inició a finales del siglo XV y se fue realizando a lo largo de todo
el siglo XVI, hasta que entre 1626 y 1636 se terminó de construir el
crucero bajo la dirección del arquitecto Pedro Martínez de Recalde. De
esta manera se pueden ver claramente las diferencias del estilo de la
arquitectura del siglo XVI, con bóvedas de crucería, y la del XVII, con
una cúpula que crea un espacio más amplio y diáfano.
La cúpula está rodeada de bóvedas de cuarto de esfera recubiertas en su totalidad por pinturas murales realizadas por Pablo y Venancio Jiménez
hacia 1802. Estos pintores-doradores eran miembros de un clan de
artistas. Además de policromar varios retablos de la Llanada alavesa,
realizaron las pinturas de Munain
y éstas de Junguitu. En la cúpula están representados los cuatro
evangelistas, acompañados en las pechinas por los cuatro Doctores de la
Iglesia, identificables todos ellos por los atributos que portan. En las
dos bóvedas de los lados se pintaron las escenas de la Degollación de
San Juan Bautista y la Epifanía. Todos tienen cierto carácter
retardatario y algunas deficiencias técnicas, pero muestran realismo en
la indumentaria y los tocados.
En el resto de las bóvedas de la
parroquia destacan las claves, que se debieron colocar en los primeros
años del siglo XVI y tienen gran variedad de motivos. En ellas podemos
ver un relieve de Compassio Patris o el Padre Eterno con Cristo
muerto en su regazo, el Tetramorfos, santas como Santa Catalina y Santa
Úrsula, San Miguel, San Millán y otros santos, además de un escudo de
armas de los Reyes Católicos, todos similares a las claves que podemos
encontrar en las iglesias de Zurbano y Elorriaga y con un estilo a caballo entre el Gótico y el Renacimiento.
El retablo mayor ubicado en la cabecera es neoclásico, con una estructura arquitectónica clara y limpia decorada ligeramente por algunos paños. Es obra de Roque Rubio
en 1784, con traza del arquitecto José de Moraza. En el centro contiene
la imagen del patrón de Junguitu, San Millán, y a los lados dos tallas
de San Pedro y San Pablo, que junto con las esculturas del Calvario del
remate, proceden del antiguo retablo y son esculturas que José de Angulo
talló entre 1640 y 1648. En el resto del retablo se encuentran relieves
de los evangelistas, Santa Catalina, Santa Lucía, la Anunciación y la
Visitación.
La parroquia cuenta con una capilla lateral en el lado
del Evangelio fundada por Juan Ortiz de Landázuri para que fuera lugar
de enterramiento de la familia. Esta capilla se estaba construyendo en
1630 y poco después de terminarla se la dotó con un retablo dedicado a
San Juan Bautista. Este pequeño mueble barroco tiene un banco con dos
pinturas del Bautismo de Cristo y de la Predicación de San Juan
Bautista, y se compone de un nicho flanqueado por dos pares de columnas
toscanas de fuste entorchado. Como remate tiene un frontón triangular
roto, en cuya parte central ostenta las armas de su patrono. El retablo
se decora con elementos propios del repertorio del barroco clasicista
como triglifos, metopas con florones, pirámides rematadas por bolas y
formas geométricas. El titular sigue los postulados de la escultura
alavesa de la primera mitad del siglo XVII y tiene una acusada
influencia de Gregorio Fernández, artista creador de modelos para toda la escultura de esta época.
Otro
retablo lateral está dedicado a la Virgen de Fátima, aunque
originalmente era de la Virgen del Rosario, cuya talla se ha perdido. Se
levantó en 1665 y es similar al citado anteriormente, pero de inferior
calidad. En el banco se encuentran la Anunciación y los Desposorios de
la Virgen, y en el remate una pintura de San José.·
Ver: http://aunamendi.eusko-ikaskuntza.eus/artikuluak/artikulua.php?id=eu&ar=64635&ep=47948
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