"Se
trata de una torre medieval que se reforma a finales del siglo XVIII en
un caserón según el gusto neoclásico con cierto lujo de medios debido a
la prosperidad que conlleva el cultivo de la vid y la producción de
vino (destacable la bodega). Los esgrafiados que enmarcan las aberturas quieren recordar frontones y columnas. Asimismo, el propietario está colaborando en la reedificación la
iglesia de Santa Eulalia, cuando se añade el puente voladizo que
comunica ambos edificios.Había estado del noble Ramon de Sagarriga, barón de Creixell; pero su apogeo es con Antoni Nadal, industrial de indianas y con Pau Basté de masover. Fue también de Pere Pous y Basses a finales del siglo XIX y de los Marès de Can Carabassa a principios del XX. De los Fargas y de los Rocafort y finalmente, propiedad municipal.Can
Basté hizo las funciones de rectoría cuando Santa Eulalia se convierte
parroquia -1866- y de centro cívico en 1995, una vez restaurado. Se había utilizado como almacén durante un tiempo y estaba muy deteriorado. Se encontraron restos romanos y medievales en la restauración y se recuperaron las pinturas de las fachadas".
Ver: http://www.poblesdecatalunya.cat/element.php?e=9920
Passeig de Fabra i Puig, 274
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