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Passeig Sant Joan Bosco, 42-74
Gracias por su aportación a: Jaume Susany
Gracias por su aportación a: Rosendo Muñiz Soler
"Excelente
reportaje! Añado que ésta capilla tuvo antiguamente otra capilla
análoga a continuación, utilizada por las escuelas y la comunidad
salesiana internamente y sin acceso al público. Ambas se comunicaban con
unos plafones practicables dispuestos detrás del
altar, uniéndose en casos especiales de celebraciones multitudinarias.
Como bien dices hubo un incendio en 1970, que fue provocado por un
cortocircuito en el órgano electrónico que allí había quedando ambas
capillas destruidas, pero llevándose la peor parte la interior, la cual
no llegó a reconstruirse. De hecho, artísticamente no tenía nada que
envidiar a la otra capilla aunque la forma arquitectónica era distinta. A
partir del incendio, las celebraciones de los salesianos se celebraban
en la capilla exterior. Yo conocí el espacio interior hará unos
veinticinco años, y entonces era un espacio enorme y vacío, restaurado
pero sin el menor rastro de la antigua capilla que había albergado y sin
una utilidad concreta. Actualmente ignoro su estado ni el uso del
espacio. En la imagen la situación de ambas capillas."
Gracias por su aportación a: Rosendo Muñiz Soler
"PASSEIG DE SANT JOAN BOSCO
El
paseo de San Juan Bosco en lo más antiguo, era lo que se conocía como
el camino que se allegaba desde la ciudad amurallada de Barcelona hasta
la villa de Sarriá, por eso se le conoció siempre con el nombre de la
Carretera de Barcelona a Sarriá. Un paseo donde a
lo largo del siglo XIX se fueron construyendo una serie de torres a cual
más lujosa. Había también una masía tocando a la plaza de Artós, que
era propiedad de doña Dorotea de Chopitea, una viuda de un banquero
barcelonés que tenía mucha amistad con don Juan Bosco. Don Juan Bosco
era un sacerdote italiano que fundó la orden de los salesianos. Una
persona que tuvo una especial vocación por crear un sistema educativo
para formar a los jóvenes sin recursos. Para ello fundó una serie de
escuelas profesionales que se conocían como las de los salesianos, de
las que se construyeron muchas en España y por supuesto en Barcelona, en
este caso con el apoyo y soporte de la señora de Chopitea. Fue su buena
relación con don Juan Bosco, lo que permitió que este santo patriarca
se alojara en la masía de la Carretera de Barcelona a Sarriá, cada vez
que visitaba Barcelona. Don Juan Bosco falleció en Turín en el año mil
ochocientos ochenta y ocho, dos años antes había estado en Barcelona
residiendo en la masía de doña Chopitea. Sus labores docentes en pro de
la enseñanza eran muy queridas y respetadas en la villa de Sarriá, por
eso las autoridades del consistorio sarriense decidieron a principios
del siglo XX bautizar a la antigua Carretera de Barcelona a Sarrià con
el nombre de passeig de Dom Bosco. Se estuvo llamando passeig de Dom
Bosco hasta el año mil novecientos treinta y cuatro, que el alcalde
republicano don José Martínez Herrero lo dejó definido para siempre como
el passeig de Sant Joan Bosco, que es el nombre con el que ha llegado
hasta la actualidad. Lo único que ha cambiado sublimemente es el aspecto
de la calle, porque finalizada la guerra civil se derribaron las
lujosas torres, para construir en su entorno unas casas de pisos que
fueron ocupadas por familias de funcionarios, policías y militares de
los que llegaban a Barcelona en los años de la posguerra. Un complejo
inmobiliario que le dio al passeig de Sant Joan Bosco el aspecto alegre y
comercial que tiene en la actualidad, secundado evidentemente por la
escuela de los salesianos que también guarece en ese paseo."
Excelente reportaje! Añado que ésta capilla tuvo antiguamente otra capilla análoga a continuación, utilizada por las escuelas y la comunidad salesiana internamente y sin acceso al público. Ambas se comunicaban con unos plafones practicables dispuestos detrás del altar, uniéndose en casos especiales de celebraciones multitudinarias. Como bien dices hubo un incendio en 1970, que fue provocado por un cortocircuito en el órgano electrónico que allí había quedando ambas capillas destruidas, pero llevándose la peor parte la interior, la cual no llegó a reconstruirse. De hecho, artísticamente no tenía nada que envidiar a la otra capilla aunque la forma arquitectónica era distinta. A partir del incendio, las celebraciones de los salesianos se celebraban en la capilla exterior. Yo conocí el espacio interior hará unos veinticinco años, y entonces era un espacio enorme y vacío, restaurado pero sin el menor rastro de la antigua capilla que había albergado y sin una utilidad concreta. Actualmente ignoro su estado ni el uso del espacio.
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