Los cementerios de Santa María
Durante la edad media el «foso mayor» estaba situado justo delante de la puerta principal de la basílica, mientras que el «foso menor» o «foso de las moreras» estaba situado en el lateral. A finales de la Edad Media se edificaron algunas casas que dan a la calle Caputxes, situación que limitó el «foso mayor», el cual gradualmente pasó a ser el menor y viceversa. El 1402 Arnau Bargués edificó la fuente pública que enmarca la entrada a la plaza de Santa María para Platería.
Eliminación del cementirio y pavimentación
En 1775 el obispo Clemente inauguró el cementerio de Poblenou, primer cementerio extramuros de la ciudad; fue construido por razones de salud pública adelantándose a la Real Cédula promulgada el 3 de abril de 1787 por el rey Carlos III, que suprimía los cementerios parroquiales. A pesar de la real cédula los barceloneses fueron reacios a dejar de enterrar a los históricos cementerios parroquiales sintiendo como una extravagancia el nuevo cementerio fuera de la ciudad. En 1802, con motivo de la visita del rey Carlos IV en la basílica de Santa María del Mar, el Fossar de les Moreres fue clausurado y disimulado, aunque la necesidad empujó a continuar usándolo pues en 1813 el cementerio de Poblenou fue destruido por las tropas napoleónicas. Terminada la guerra el capitán general de Cataluña el general Castaños ordenó imperativamente el 17 de marzo de 1816 que todos los cementerios parroquiales de Barcelona fueran empedrados. Aún así la decisión no se implementó de inmediato y no sería hasta 1819 cuando, con la reconstrucción del cementerio de Poblenou, fueron completamente enlosados los tradicionales cementerios parroquiales dando lugar a una serie de plazas empedradas como las de San José Oriol, San Justo , San Miguel, San Cugat del Rec, San Pedro de las Puelles, San Felipe Neri o la del Fossar de les Moreres.
La
supresión del cementerio y la construcción de la plaza propició que la
Junta de Obras alquilara la planta baja de la plaza, así como todo el
muro de la abadía hasta la fachada del Born, donde germinan barracones
adosados a la iglesia con puestos de ropa, comida y baratijas. La
degeneración y desacralización del espacio continuó hasta que la poesía
de Frederic Soler Pitarra llamó la atención sobre la significación
histórica del lugar. En
la poesía explica que un enterrador y su nieto entierran los
defensores muertos en la Barcelona de 1714, cuando les llevan el cadáver
de un soldado de los acosadores, hijo del enterrador y padre del chico,
éstos se niegan a enterrarlo:
´«En la fosa de las moreras no se entierra ningún traidor; esta es la inscripción que se puede leer, con grandes letras en el foso, realmente un lugar de memoria dedicado a los combatientes anónimos, una verdadera tumba del soldado desconocido pero pensada antes de la primera guerra mundial que difundió el modelo. En una lápida al fondo de la plaza hay una placa de mármol puesta en 1915 por el Casal Nacionalista Martinenc y Juventud Nacionalista los Nietos Almogàvers donde hay inscritos los primeros versos de la poesía de Pitarra.
Reformas del espacio y conversión en plaza
En 1966 el alcalde de Barcelona José María Porcioles proyectó obras de mejora para Santa María, así como el despeje del «Fossar de les Moreres» derribando el puente y varias construcciones adyacentes a la basílica a fin de convertir el espacio en plaza. Las obras no se llevaron a cabo y el espacio sufrió un acusado proceso de degradación hasta 1977, año en que se recoloca la placa conmemorativa. En junio de 1978, a instancias de Òmnium Cultural y con la voluntad de dignificar el espacio, ya que hasta entonces estaba utilizando como aparcamiento de coches, se creó la Comisión Pro Fossar de les Moreres-Memorial 1714, que trabajó con la voluntad de que se pavimentara la plaza, se impidiera el tráfico rodado, y se declarara el enclave como monumento histórico artístico por parte de la Generalidad. El portavoz de la Asociación de Vecinos del Barrio de la Ribera manifestó la voluntad de que el enclave fuera recuperado como símbolo para Cataluña.
En 1979 se volvió a pavimentar la plaza y en 1981 el Ayuntamiento de Barcelona redactó un plan especial de rehabilitación de toda la zona de la Ribera. Para el Fossar de les Moreres se proyectó la recreación del cementerio original de la Ribera a efectos conmemorativos, así como la restauración del puente levantado en 1700 en medio de la actual Fossar de les Moreres por Jordi de Hessen, y que conectaba el palco real de Santa María del Mar con el Palacio Real situado en el Pla de Palau. La remodelación del puente elevado se destinaría a acoger exposiciones y muestras divulgativas sobre el Once de Septiembre. Los arquitectos Lluís Doménech y Roser Amador argumentaron que la conservación y restauración del puente del siglo XVIII se lograría mediante una estructura de soporte de madera, ya que el puente entroncaba con la tradición de balcones voladizos propia de la arquitectura del barrio de la Ribera . El cementerio reconstruido quedaría cerrado por todos lados, pero unas rejas laterales en permitirían la visión del conjunto. En 1983 la Comisión Pro Fossar de les Moreres-Memorial 1714 propuso un plan alternativo elaborado por el arquitecto Jesús Rocañin y Serrano; este proyecto descartaba el retorno al estado de cementerio previo a la pavimentación de 1821, y apostaba por mantenerlo como una plaza pública, así como la restauración del puente, la plantación de unas moreras, y la incorporación de elementos conmemorativos como una llama eterna. La Comisión apeló a la Generalidad, pero los responsables municipales se reafirmaron en su intención de devolver el foso en el aspecto original del antiguo cementerio de Santa María del Mar. La apelación llegó al Síndic de Greuges, que consiguió un principio de acuerdo entre el teniente de alcalde de urbanismo Jordi Parpal y director del Patrimonio artístico de la Generalidad Esteve Mas.
Las obras, no exentas de polémica, se iniciaron en 1986 según el proyecto de Lluís Doménech y Roser Amador, y fueron adjudicadas a la empresa Huarte; aunque la idea inicial era la de consolidar y restaurar el puente, este acabó totalmente derribado. Los técnicos alegaron entonces que la vista de la fachada de la basílica que ahora se podía contemplar era un elemento a tener en cuenta, y que el puente no tenía ningún interés histórico ni patrimonial. La Crida a la Solidaritat y la Comisión Pro Fossar de les Moreres-Memorial 1714 anunciaron acciones de protesta si no se detenía la destrucción de elementos patrimoniales y se detenía la reforma. Los miembros del Memorial se reunieron con el ayuntamiento para reclamar que el Fossar convirtiera en una plaza pública que albergara un memorial de 1714. Finalmente los técnicos del ayuntamiento aprobaron detener el proyecto de remodelación que sólo había servido para destruir el puente. Tres años después, en 1989, se reanudó la reforma y se ejecutó un proyecto de la arquitecta Carme Fiol que creó una sencilla plaza de ladrillo rojo, quedando pendiente la restauración de las fachadas; el proyecto de Fiol no se parecía a ninguno de los anteriores, sino que se basaba en la idea de construir una plaza para el uso cotidiano, pero que al mismo tiempo tuviera un carácter monumental; el proyecto se completaba con la plantación de moreras y la apertura de la plaza en la calle Malcuinat, un acceso que hasta entonces permanecía tapiado. El proyecto debía completarse con la restauración de las fachadas de las edificaciones adyacentes y la habilitación de un museo dedicado al 11 de septiembre y la historia del cementerio y plaza, así como acoger los restos del puente derribado que se conservaban en un almacén municipal. En 1998 se remodelaron las fachadas de los edificios de la plaza. En 1999 la Generalitat declaró el Fossar de les Moreres, conjuntamente con el Libro de Privilegios de Cervera, Bienes culturales de interés nacional; hasta entonces el Fossar había tenido la consideración de conjunto histórico. En 2001 se construyó el memorial de la guerra de 1714, donde cada 11 de septiembre se conmemora la Fiesta Nacional de Cataluña y se rinde homenaje a los defensores de la ciudad, muertos y enterrados en este lugar después de que la ciudad se rindiera ante las tropas de Felipe V de España. Desde abril de 2002, la asociación Memorial 1714 coloca un ramo de flores con la bandera catalana cada domingo al mediodía en el recipiente que se encuentra en el pebetero. Desde 1915 las asociaciones patrióticas y catalanistas conmemoran los muertos habidos durante el sitio de 1714. También es donde termina la manifestación de la Izquierda Independentista, tras los parlamentos políticos, queman una bandera española y una francesa . En 2014 fue el escenario del acto institucional de la Generalidad de Cataluña, con la intervención de Artur Mas.
Ver: https://ca.wikipedia.org/wiki/Fossar_de_les_Moreres
Gracias por su aportación a: Rosendo Muñiz Soler
"PASSEIG DEL BORN
Cuentan
que en lo más antiguo, los albores del paseo del Born constituían una
gran explanada que era conocida como la plaza Mayor. Un lugar que se
hizo muy popular durante los siglos XII y XVII, porque allí se
realizaban las fiestas populares, las procesiones religiosas, y se
pusieron también de moda las celebraciones de torneos con justas a
caballo, donde se ponía en cierne la fortaleza de los grandes caballeros
de la época. Y fue precisamente en la celebración de las justas, donde
se enfrentaban dos jinetes a caballo para ser atenazados por el ataque
de una lanza, que en muchas ocasiones el compromiso terminaba
colisionando la lanza por entre el casco del contrario, dejándolo
bornado de un ojo. Era el dicho popular que se seguía para indicar que
un caballero había sido herido en un torneo, en una justa. Se decía que
había sido bornado, y por tanto había quedado born de un ojo. Y de aquí
partió el vox populi barcelonés de ir llamando a la plaza Mayor como la
plaza del Born, hasta que quedó bien definido para siempre ese nombre de
Born. Nombre que mantuvo cuando aquella explanada original se fue
convirtiendo con el paso de los años en un paseo, que terminó por irse
urbanizando y manteniendo en su seno el mercado central de la ciudad.
Esta es la historia que supuso que el passeig del Born de Barcelona
continúe todavía llamándose así."
Buenas tardes, la placa original era metálica, con una linterna añadida posteriormente en forma de dragón con fanalito, la actual es copia de la del 1977 (que fué destruida "vandálicamente"). La negociación se inició con el alcalde Socias y con el arquitecto Bassegoda; el puente una vez despojado de su capa de cemento era con arcadas de piedra y tenia valor histórico y artístico, otra cosa era las luchas en el interior del ayuntamiento por conceptos de urbanismo.
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