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20 jun 2018

01/04/2018 Tesoros del MNAC XC: Sant Joan de Boí III: Decoración interior

"El valle de Boí es uno de los territorios del Pirineo catalán donde se ha conservado más románico, testimonio de la importancia del lugar durante la Edad Media pero también del aislamiento posterior, que evitó su desaparición. Los restos de la decoración mural de la iglesia de Boí, la población que da nombre al valle, están instalados en un espacio que evoca la arquitectura del templo, lo que permite situar la mayor parte de los fragmentos según su ubicación original. Del interior de la iglesia se conservan las pinturas de las naves laterales, los pilares y arcos de separación de las naves, así como el muro occidental, aunque todo el conjunto debía de estar policromado. Fechadas en el cambio del siglo XI al XII, su particular estilo tiene poco que ver con otros conjuntos catalanes y se vincula, en cambio, a la cultura artística del centro y el sur de Francia. El carácter dinámico de la representación o el uso de colores planos y de formas bien silueteadas se aproximan a los procedimientos de la iluminación  de manuscritos, de donde parece que provienen algunos motivos iconográficos.
Las pinturas conservadas de Sant Joan de Boí revelan un programa iconográfico singular. Destaca una gran escena festiva con juglares y saltimbanquis (que se puede contemplar en el muro lateral de la derecha), que sorprende en un contexto religioso pero que quizá alude a las celebraciones vinculadas a la consagración del templo. Hay también un amplio ciclo dedicado a los santos, al que pertenece el conocido fragmento de la Lapidación de San Esteban, así como un magnífico bestiario situado en los intradoses de los arcos de separación de las naves, uno de los más amplios y singulares de todo el románico catalán.

El valle de Boí es uno de los territorios del Pirineo catalán donde se ha conservado más románico, testimonio de la importancia del lugar durante la Edad Media pero también del aislamiento posterior, que evitó su desaparición. Los restos de la decoración mural de la iglesia de Boí, la población que da nombre al valle, están instalados en un espacio que evoca la arquitectura del templo, lo que permite situar la mayor parte de los fragmentos según su ubicación original. Del interior de la iglesia se conservan las pinturas de las naves laterales, los pilares y arcos de separación de las naves, así como el muro occidental, aunque todo el conjunto debía de estar policromado. Fechadas en el cambio del siglo XI al XII, su particular estilo tiene poco que ver con otros conjuntos catalanes y se vincula, en cambio, a la cultura artística del centro y el sur de Francia. El carácter dinámico de la representación o el uso de colores planos y de formas bien silueteadas se aproximan a los procedimientos de la iluminación  de manuscritos, de donde parece que provienen algunos motivos iconográficos.

Las pinturas conservadas de Sant Joan de Boí revelan un programa iconográfico singular. Destaca una gran escena festiva con juglares y saltimbanquis (que se puede contemplar en el muro lateral de la derecha), que sorprende en un contexto religioso pero que quizá alude a las celebraciones vinculadas a la consagración del templo. Hay también un amplio ciclo dedicado a los santos, al que pertenece el conocido fragmento de la Lapidación de San Esteban, así como un magnífico bestiario situado en los intradoses de los arcos de separación de las naves, uno de los más amplios y singulares de todo el románico catalán."





















18 jun 2018

01/04/2018 Tesoros del MNAC LXXXIX: Sant Joan de Boí II: Lapidación de San Estéban

"La presentación enmarcada de la Lapidación de San Esteban fuera de su ubicación original (en el extremo de la nave lateral, en posición elevada, enfrente de la escena de los juglares) permite observar con atención una de las escenas más representativas de la decoración mural de Boí. El interés en la narración y el dinamismo son característicos de un estilo pictórico que remite a la pintura francesa de la región de Poitiers, y que se ha vinculado también con la rica miniatura lemosina de finales del siglo XI. Desde el punto de vista iconográfico, el tema muestra la importancia de la difusión del culto a determinados santos desde el ámbito francés.

La escena estaba situada cerca del cuadrúpedo con flor de lis, en la nave norte o en la central.  Procede de la iglesia parroquial de Sant Joan de Boí (La Vall de Boí, Alta Ribagorça).
Fresco traspasado a lienzo


"La Lapidación de San Esteban, pintura mural procedente de la iglesia de Sant Joan de Boí aproximadamente del año 1100, entra al taller de restauración por problemas de descohesión de la capa pictórica. Es la primera restauración completa de una pintura mural traspasada, de la cual se hace un estudio completo: fotografías generales y de detalle fotografías con luz difusa, rasante y ultravioleta, exámenes radiográficos, reflectografía de infrarrojos, análisis estratigráficos y el estudio de nuevos materiales para elaborar los neutros.

La antigüedad de los materiales originales de la obra, los restos de los que se añadieron puntualmente en superficie y la tensión provocada por el grueso de los neutros, son algunos de los factores que han provocado la inestabilidad del delicado estado de conservación de la pintura, que padecía pequeñas pérdidas puntuales.
 

Estas patologías fueron las responsables de la decisión de intervenir la obra, siguiendo el proceso que a continuación explicamos.
Restauración realizada por Mª Teresa Novell y Paz Marqués, con la colaboración de Anna Carreras y Àngels Comella."

Ver: http://www.museunacional.cat/es/lapidacion-de-san-esteban 











15 jun 2018

01/04/2018 Tesoros del MNAC LXXXVII: Sant Joan de Boí I: Cuadrúpedo con flor de lis

"De la nave septentrional de la iglesia, cuya decoración comprende pinturas de las naves, del muro occidental, de los arcos, de las columnas y de la fachada exterior septentrional. Procede de la iglesia parroquial de Sant Joan de Boí (La Vall de Boí, Alta Ribagorça).
Fresco traspasado a lienzo

Siglo: XI

Tema: Figura animal"


"La obra de la semana #62



Cuadrúpedo con flor de lis de Boí
Viernes, 8 Septiembre, 2017
La obra de la semana es el 'Cuadrúpedo con flor de lis de Boí', un fragmento de pintura mural románica fechado hacia 1100.
Las pinturas murales procedentes de la iglesia de San Juan de Boí constituyen uno de los conjuntos más originales y singulares de la pintura románica catalana. Este templo del Valle de Boí estaba totalmente recubierto de decoración pictórica, pero los fragmentos que se han conservado no corresponden a los ábside, como suele ser habitual, sino que provienen de las naves y de los arcos que las separan.
La temática de las pinturas de Boí es muy amplia y variada. Uno de los aspectos que llama más la atención, sin embargo, es la gran presencia de representaciones de animales que se pueden encontrar en cualquier parte de las pinturas del templo pero muy especialmente en los arcos de separación de las naves. Este repertorio tan rico y variado ha hecho pensar que en San Juan de Boí se quería representar un bestiario, es decir, una serie de animales reales y fantásticos que se vinculan simbólicamente a la figura de Jesús y la representación de los cuales, por tanto, tiene una lectura alegórica y moralizante. Aunque de entrada la disposición del ciclo de animales de Boí es la propia y habitual de los bestiarios, su lectura iconográfica es complicada porque la mayoría de bestias son difíciles de identificar: a menudo no tienen unos atributos físicos claros, presentan formas híbridas muy extrañas, o bien las inscripciones que los acompañan nos dan nombres de animales desconocidos que no aparecen en los repertorios de textos de los bestiarios.
A pesar de las dificultades para hacer una lectura simbólica de los animales de Boí, el "cuadrúpedo con flor de lis" que presentamos esta semana es uno de los que se podría asociar más fácilmente a algunos de los textos de referencia como el del famoso fisiólogo. Aunque no hay ninguna inscripción que nos lo identifique, los rasgos con que es representado, especialmente la flor de lis que le sale de la boca, recuerdan los atributos relacionados con la pantera. Según el fisiólogo, cuando la pantera ruge suelta un aliento lleno de aromas perfumados que atrae las otras fieras. A partir de este supuesto rasgo distintivo, el autor del fisiólogo vincula la pantera con Jesucristo, para que la palabra de Dios que aquel proclama también atrae y reúne los cristianos.
El cuadrúpedo con flor de lis de Boí es uno de los "monstruos románicos" fragmentarios que el artista Aldo Urbano invita a reconstruir dibujando en la actividad que dirige el museo los primeros cuatro sábados de este mes de septiembre. La sesión es totalmente gratuita pero es necesario inscribirse previamente. ¡No os la perdáis, familias! Seguro que lo pasaréis pipa:
Més informació de l'obra aquí.
Martí Casas i Payàs (@Tinet2puntzero)"

Ver: https://www.amicsdelmnac.org/es/actualidad/la-obra-de-la-semana-62