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21 sept 2019

30/08/2019 L'Hospitalet de Llobregat. Fàbrica Cosme Toda

"Edificio de 1923, de inspiración racionalista, de perfiles rectilíneos, estructurado en cuatro y cinco niveles de altura. La fachada principal, obrada en ladrillo visto, presenta tres cuerpos más altos cubiertos a cuatro vertientes. Pilastras y cornisas, igualmente de ladrillo, constituyen los únicos elementos con función decorativa."

Ver: https://www.poblesdecatalunya.cat/element.php?e=614
Carrer de Prat de la Riba, 60



 "A finales del siglo XIX, L'Hospitalet era una floreciente villa de las cercanías de Barcelona que gracias al Canal de la Infanta se movía entre una agricultura exuberante y una incipiente industria. Entre estas industrias destacaban sobre todo las dedicadas a la cerámica, las cuales aprovechaban los sustratos arcillosos hospitalenses para la fabricación de tejas, ladrillos y todo tipo de materiales cerámicos de construcción. Una industria destinada mayoritariamente a una Ciudad Condal en plena urbanización del Eixample y cuya importancia les llevó a ser competencia directa de la potente industria cerámica castellonense.

Con el estallido de la Guerra Civil, algunas de estas explotaciones se colectivizaron en 1937 y se transformaron en industria de guerra. Tal fue el caso del complejo de Cosme Toda, Cerámicas Llopis y Cerámicas Batllori, las cuales, ubicadas en el barrio de Sant Josep, extraían la arcilla roja del subsuelo mediante galerías subterráneas que, debido a que las empresas eran contiguas, llegaban a interconectarse. Ello las convertía en el lugar idóneo para ubicar un polvorín y reconvertir la industria ceramista en una fábrica de obuses de primer orden que abasteciese la aviación y las tropas republicanas que luchaban en el frente.
En noviembre de 1938, con Catalunya separada del resto de territorio de la República y la batalla del Ebro decantada del bando franquista, la industria armamentista hospitalense se vuelve clave para el ejército republicano. No obstante, algo iba a hacer cambiar las cosas.


El 17 de noviembre, a eso de las 19.20 h, una brutal explosión atravesó el aire de Barcelona y el Baix Llobregat. El estallido, seguido de un gran incendio que iluminó el cielo de aquella tarde de otoño, había afectado la fábrica de Cosme Toda, pudiéndose ver desde Sant Vicenç dels Horts, a 10 km en linea recta de la zona del incidente. La gente, asustada, pensó que había sido un bombardeo de la aviación franquista, pero pronto vieron que no había sido tal: uno de los almacenes de bombas había explotado produciendo la detonación del armamento allí depositado. Una detonación que, gracias al incendio posterior se fue extendiendo por las instalaciones, haciendo que las bombas almacenadas explotaran convirtiendo los alrededores de la fábrica en un infierno de metralla y fuego. Ante la perspectiva, los 200 trabajadores del complejo y una gran cantidad de habitantes de la barriada adyacente, huyeron como pudieron hacia el barrio del Centro. 

La llegada de los bomberos al poco rato dio constancia a la gravedad del incidente. De hecho, era tal el peligro por los continuos zambombazos que, para evitar la metralla que salía despedida hasta a 1 km de las instalaciones, los camiones tuvieron que esperar a 200 metros de la vía del tren o, lo que es lo mismo, a la altura de la actual Fuente Mágica de Buigas en Santa Eulalia. Sin embargo, tenían que actuar con rapidez ya que, a pesar de la magnitud de la tragedia, lo que había pasado podía no ser nada si aquel incendio descontrolado alcanzaba los grandes depósitos de trilita (el conocido TNT) que se almacenaba en los subterráneos de la fábrica: L'Hospitalet, sencillamente, habría desaparecido del mapa.

Con mucha cautela, los bomberos consiguieron atajar el fuego entre los proyectiles cargados, no cesando las explosiones hasta las 3 de la mañana. Se cuenta que uno de los trabajadores, hacia la una de la madrugada recogió un trapo en llamas que el aire dirigía hacia el foso de la trilita, evitando así que la tan temida propagación llegase a producirse. 24 horas más tarde, se daba el incendio por estabilizado y fuera de peligro para el vecindario, trabajando durante varios días en el sofoco de los últimos focos y en la reubicación del armamento que no se había visto afectado. La importancia de los daños producidos hicieron que el mismísimo presidente de la República, Juan Negrín, por aquel entonces en Barcelona, se dirigiera a visitar aquel desastre.

Aquella pérdida, que según los historiadores produjo 4 muertos y unos 20 heridos, fue tan sensible para el bando republicano que sus diarios afines prácticamente no trataron el tema, haciéndolo, en el mejor de los casos, tarde y en pequeños apuntes en que disminuían el incidente a poco menos que un incendio sin mucha importancia (caso de La Vanguardia, el 20/11/1938). Por el contrario, la prensa franquista exageró la explosión hasta el punto de contabilizar centenares de muertos y una destrucción colosal. Y es que el día 15 de noviembre había acabado la batalla del Ebro y, con el ejército republicano en retirada, la maquinaria propagandista de Franco estaba envalentonada por una victoria final que tenía a tocar de la mano.

El secretismo del periodo de guerra hizo que no se supiera exactamente ni donde sucedió, ni el origen de lo sucedido. Se supone que la explosión afectó a las instalaciones de Can Llopis y Can Batllori (ubicadas más hacia el oeste del complejo) y de las que solo quedan un par de edificios modernistas, sin afectar el edificio Cosme Toda, que sería el que contendría el depósito de trilita y que ha llegado hasta la actualidad. Asimismo, se ignora cómo pudo producirse, (tal vez una chispa perdida) si bien hay datos que apuntan a que pudiera haber sido un sabotaje producido por un comando franquista infiltrado en la zona republicana. Sea uno o sea otro, el incidente, tras la Guerra Civil, desapareció de la memoria colectiva a la misma velocidad que la industria cerámica recuperó su actividad normal durante la posguerra y tras la fiebre constructora de los años 60. Ahora que aquella actividad tan importante para L'Hospitalet ha desaparecido y que el ayuntamiento (en su conocida paranoia constructiva) pretende convertir el solar de Cosme Toda en una lata de sardinas donde embutir más de 900 pisos, bien haríamos en no olvidar que, por mucho que se pretenda construir de forma insensata, por mucho que se quiera hacer negocio destruyendo el pasado de la ciudad, por mucho que los que tendrían que ser los primeros en preservar nuestra memoria histórica sean los primeros que quieran eliminarla, nadie podrá borrar la angustia, el sufrimiento y las vidas perdidas en aquel lugar. Un lugar, emblemático como pocos, que envuelto en uno de los pasajes más truculentos de la Historia de la ciudad, a punto estuvo de destruirla hasta los cimientos.
Y eso, ni se borra, ni se olvida... ni se perdona."


Ver: http://ireneu.blogspot.com/2019/01/explosion-cosme-toda.html

"La fábrica Cosme Toda de L'Hospitalet dará paso a casi 900 viviendas
El 30% de pisos serán de protección oficial y se conservará una antigua nave modernista"

L'Hospitalet  

"STOP MASIFICACIÓN L’H COSME TODA
“Porque el barrio es de los vecinos, no de los empresarios.”
La plataforma SMLH Cosme Toda nace con el objetivo de informar a los vecinos sobre el plan urbanístico que hay previsto para la zona de la antigua fábrica y ofrecer un espacio de asociación a aquellos que como nosotros lo consideren un grave error. No tenemos vinculación a ningún partido político, y nuestro propósito es luchar contra el urbanismo inmobiliario que asola L’Hospitalet anteponiendo el interés del mercado a las necesidades reales de sus habitantes. Hoy la lucha está en el área de la antigua fábrica, pero mañana serán los huertos de la Av. Joan Tarradellas y pasado pueden ser los talleres de la calle Rodès. 

Ver: http://stopmasificacion.com/ 



































14 sept 2019

30/08/2019 Antigua fábrica Celograf: Chimenea

""En la plaza de la Olivereta, tocando la confluencia de las calles Sugranyes y Canalejas se encuentra esta chimenea, único vestigio superviviente de la fábrica Celograf. Está al lado de la antigua Fàbrica Arañó, Ventajó Cia.. (después propiedad de Manufacturas Serra i Balet, hoy club deportivo)
La chimenea es de obra vista y tiene un basamento de planta octogonal, donde se alternan cuatro caras más anchas con otras más estrechas. Cada cara está enmarcada por una moldura lisa y está coronado por una cornisa. En uno de los lados se abre una puerta de arco rebajado. La chimenea es de planta circular y tiene forma cónica. Repartidas a diferentes niveles hay cuatro molduras lisas y decoración cerámica: tres franjas verticales y una cruz griega coincidiendo con las caras más anchas del basamento. En la parte superior hay un friso con líneas verticales repartidas de manera regular y una cornisa de gran voladizo construida mediante círculos de ladrillo que van aumentando su diámetro"


Ver: https://ca.wikipedia.org/wiki/Xemeneia_de_la_pla%C3%A7a_Olivereta 

"Una plaza a la sombra de una chimenea

El nombre de Olivereta rinde homenaje a unos antiguos terrenos cercanos con olivos

MERCED MUÑOZ / BARCELONA
Se escuchan las risas de los niños al tirarse por el tobogán, el chirrido de los columpios y el canto de los pájaros procedente de los árboles. Situada en Sants-Badal, rodeada de vegetación y con un parque infantil, la plaza de la Olivereta se ha convertido en uno de los centros neurálgicos del barrio.
Juan José Alonso, vecino del barrio desde hace cuatro años, trae a sus hijos al parque todas las tardes. "Es un sitio tranquilo donde alejarse de la rutina y de disfrute para mis hijos", comenta Alonso.
Sin embargo, lo que dota de significado e historia a esta plaza es la conservación de la chimenea de ladrillo visto que pertenecía a la antigua fábrica textil Manufacturas Serra i Balet, SA (Begur, 44-52).
De construcción modernista, esta fábrica ocupó, en 1913, el espacio de la vieja industria Arañó-Ventajó Cia. del arquitecto Jaume Gustà Bondia. Con el estallido de la primera guerra mundial, la fábrica creció por el consumo de pana para la elaboración de los uniformes militares. Pero fue a partir de 1973 cuando empezó a notar los efectos negativos de la crisis del textil.

Convertida en polideportivo
En 1982 este espacio se vio obligado a cerrar sus puertas y en 1987  las instalaciones pasaron a formar parte del Club Esportiu Mediterrani.  Actualmente, es uno de los centros con más oferta deportiva y social de Catalunya.
"El edificio cambió por completo. Lo único que se conservó de la antigua fábrica textil fue la gran chimenea de 32 metros de altura. Es tan grande que se puede observar desde las piscinas del polideportivo", explica el historiador Agus Giralt, autor del blog Memòria de Sants, centrado en el barrio y ganador como el mejor blog sobre historia y patrimonio a los Premis Blocs Catalunya.
El nombre de la plaza, creado en 1994, guarda la memoria de los terrenos de los alrededores que se habían dedicado a los olivos. "Esta denominación ha quedado grabada para mucha gente que llamaba popularmente a la escuela Lluís Vives, junto a la plaza, como la Olivereta. De hecho, en el patio del colegio, se plantó un olivo para mantener el recuerdo", comenta Giralt."

Ver: https://www.elperiodico.com/es/sants-montjuic/20150721/una-plaza-a-la-sombra-de-una-chimenea-4374665

"En 1970 se fundaba la Asociación de Vecinos de Badal, Brasil y la Bordeta para proteger los vecinos que se veían afectados por la apertura de la Ronda del Mig, una obra que hacía peligrar cientos de viviendas. Pero pronto esta asociación amplió sus luchas ya que esta zona de Sants estaba falta de equipamientos y de espacios verdes.

Entre las calles de Begur y de Carreras y Candi había un gran espacio donde había dos fábricas: la textil Serra i Balet, que ocupaba una manzana entera y parte de la otra, y la Celograf, que quedaba en la parte de Carreras y Candi. Los vecinos creyeron que estos antiguos espacios fabriles podrían ofrecer el barrio oportunidades para mejorar sus condiciones de vida. Así a principios de los años 80 comenzó la lucha por reivindicar su uso.

Gracias a la implicación del Club Deportivo Mediterráneo los vecinos lograron que, tras el cierre de la fábrica Serra i Balet, este primer edificio se reconvirtiera en un polideportivo. En cuanto al edificio de la la antigua fábrica Celograf este había quedado vacío cuando la empresa fue de Barcelona. El espacio de esta fábrica era deseado por las inmobiliarias para hacer pisos, pero tras muchas reivindicaciones los vecinos consiguieron que el Distrito de Sants-Montjuïc, entonces gobernado por Mercè Sala, se comprometiera a adquirió el solar. Finalmente el Ayuntamiento compró el espacio por 102 millones de pesetas a los propietarios.

La fábrica Celograf fue derribada, quedando un enorme solar abierto que aún se tardó años en ser urbanizado convenientemente. Finalmente el anexo de la fábrica Serra i Balet también fue derribado, conservándose sólo la enorme chimenea, y todo el espacio resultante se reconvirtió en una plaza que en 1994 recibió el nombre de plaza del Olivereta.
"


Ver: http://memoriadesants.blogspot.com/2015/07/oliveres-i-xemeneies.html

 











10 sept 2019

30/08/2019 L'Hospitalet de Llobregat. Ceràmica Llopis y Can Batllori

"De la antigua fábrica de cerámica Batllori, del año 1874, sólo queda la chimenea y la caseta del director. La casa, construida más tarde, probablemente entrado el siglo XX, consta de planta baja y piso y está cubierta con tejado a dos aguas, la cual permanece oculta por el testero, que constituye el elemento más original de la fachada. Tiene un disco central con la inscripción, muy chapucera, del año 1874. A ambos lados hay sendos frisos, también de trencadís, y en los extremos, dos jarrones. El resto de la fachada combina el ladrillo visto con la mampostería, en la planta baja, y el menaje de estuco liso en la planta piso.

La familia Batllori se dedicaba a la alfarería desde el año 1804. Tenían fábricas en Sants, Sant Boi y L'Hospitalet. En 1882, uno de los hijos se trasladó a esta ciudad y es probable que la casa sea de aquella época. Posteriormente, la actividad fue continuada por su yerno, Calixt Collet.

En el Plan Especial de Protección del Patrimonio Arquitectónico de Hospitalet se indica la probabilidad de que su autor fuera el arquitecto Pau Martorell. Esto se basa en la instancia dirigida al Ayuntamiento en 1881, en la que Marià Batllori presenta un proyecto firmado por Pau Martorell para construir un horno para su fábrica. En la misma instancia se hace constar que el propietario ya había obtenido permiso para construir la caseta, y ésta sale grafiada como obra existente en el plano. Es lógico pensar que si Batllori encarga un simple horno a Pau Martorell, fuese ese mismo arquitecto quien le hubiera hecho el proyecto de la casa."


Ver: https://www.poblesdecatalunya.cat/element.php?e=3912
Carrer Prat de la Riba, 64