Los antecedentes del Ateneo se encuentran entre los ilustrados y los liberales del inicio del siglo XIX. Tras la invasión napoleónica de España y la abdicación de José I Bonaparte como rey de España, la organización del país quedó en manos de la Junta Suprema Central y de las Cortes de Cádiz que promulgaron la primera constitución liberal española.
El retorno de Fernando VII supuso la vuelta al absolutismo y la salida de España de los patriotas gaditanos. En Francia y en Inglaterra se refugió la clase ilustrada, perseguida en el interior del país. El regreso durante el gobierno liberal en 1820 de los exiliados promovió, entre otras muchas iniciativas, la creación del Ateneo Español dirigido por Juan Manuel de los Ríos. En 1823, con la vuelta de nuevo al absolutismo del rey Fernando VII (el rey Felón o el Deseado), desapareció temporalmente la institución que tuvo que fijar su residencia en Londres.
La muerte de Fernando VII y el apoyo de los liberales a la causa de Isabel II frente al pretendiente don Carlos, se recuperó cierto ambiente de tolerancia durante la regencia de María Cristina. En 1835 el antiguo Ateneo Español cambió su nombre por el de Ateneo Científico y Literario, teniendo como fundadores a Salustiano Olózaga, el duque de Rivas, Antonio Alcalá Galiano, Mesonero Romanos, Francisco López Olavarrieta, Francisco Fabra y el propio Juan Manuel de los Ríos. En 1860 se añade el epíteto de Artístico (31/12/1860), denominándose Ateneo Científico, Literario y Artístico.
La dictadura de Primo de Rivera suspendió las actividades del Ateneo. Durante la Guerra Civil española se mantuvo abierto y resultó providencial conservar la integridad de sus instalaciones, en especial su Biblioteca, gracias a la labor de Bernardo G. de Candamo, único miembro de la Junta Directiva republicana que permaneció en Madrid durante el conflicto bélico. No obstante, la dictadura franquista limitó la actividad del Ateneo. Tras la guerra civil se redujo el número de actividades de corte artístico y la institución se convirtió en un foco de difusión de la ideología del régimen franquista con el objetivo de resaltar los valores conservadores y católicos de la dictadura frente a su carácter militar. En la década de los 60, con José María de Cossío al frente del Ateneo, la actividad política fue dejando paso de nuevo, de forma paulatina, a la actividad artística y cultural. La vuelta a la democracia ha permitido que el Ateneo continuase siendo un importante centro de referencia cultural.
Sedes
Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Ateneo_de_Madrid
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