23 may 2018

05/01/2018 Tarragona. Casa Mercè Mirall y Teatre Metropol II

"La casa Mercè Mirall, una vivienda construida por Josep Font en 1863, era la sede del Patronato Obrero. En 1908, la entidad decidió construir un teatro en el jardín de la casa, situado en el interior de la isla, y encargó la obra a Josep M. Jujol, que entonces comenzaba su carrera como arquitecto independiente. Jujol hizo un proyecto imaginativo y lleno de dinamismo, y al parecer se inspiró en las olas del mar y en la figura de un barco batiéndose contra ellas. Resultó dañado durante la guerra civil y luego sufrió varias modificaciones al ser transformado en cine. En 1995 fue magníficamente restaurado por Josep Llinàs, intervención que le valió el premio FAD de arquitectura del año siguiente. 

DESCRIPCIÓN TÉCNICA 
Información cedida por el Consejo del Modernismo de la Ciudad de TarragonaLa sede del Patronato estaba en la calle Armanyà 11, detrás de la casa de Mercè Mirall de Villaronga (1863), viuda del alcalde Simò Lloberas. Este entidad le encargó a Jujol que proyectara un teatro para los obreros en el jardín interior del edificio. El teatro, que por desavenencias con la propiedad Jujol no llegó a terminar y si terminó Josep Maria Pujol en 1910, con un forjado terminado por Josep Porqueras, en el exterior y el escenógrafo decorador Salvador Alarma en el interior . Las dos bombas que cayeron en la Guerra Civil y muchas modificaciones lo habían alterado considerablemente hasta la restauración de Josep Llinàs, que recibió un premio FAD 1995.Jujol hace una decoración totalmente simbólica ya que todo el espacio recuerda un barco con las barandillas, los colores y los elementos metafóricos. El escenario y la Sala vienen a ser como la Nave de la Iglesia que navega luchando contra las olas del mar de la vida. El pasillo de acceso, cubierto con bóvedas invertidas y retorcidas, suspendidas mediante fajas metálicas, nos recuerda la movida superficie de mar. Los pavimentos se hicieron con mosaico hidráulico. Hay una tederos formada por una corona de espinas, donde se manifiesta el fuego del amor de Cristo a los hombres y donde los hombres purificándose en este fuego podemos llegar a la Gloria sobrenatural. También son de destacar unas barandillas en la azotea, muy simples, con los barrotes en diagonal y en el piso, dando el jardín, otra barandilla formada por unos barrotes entrelazados que nos recuerdan una planta trepadora."

Ver: http://www.poblesdecatalunya.cat/element.php?e=3647
Rambla Nova, 46 / Armanyà, 11







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