12 abr 2019

10/04/2019 Iglesia y Santuario de la Mare de Déu del Mont Carmel

"El Santuario de Nuestra Señora del Monte Carmelo (en catalán, Santuari de la Mare de Déu del Mont Carmel) se encuentra en el barrio de El Carmelo, en el distrito de Horta-Guinardó de Barcelona. Está ubicado en el Parque del Carmelo, una zona forestal ubicada alrededor del Monte Carmelo, que forma parte del Parque de los Tres Cerros. Fue fundado en 1860 por el ermitaño Miquel Viladoms. Pertenece al arciprestazgo de Horta.
Historia
El monte Carmelo (en catalán, Turó del Carmel, 265,6 msnm) era antiguamente conocido como Turó d'en Móra, por una masía que se hallaba en su territorio, Can Móra. También es conocido como la Montaña Pelada, por carecer de vegetación en su cima. En su ladera suroeste se sitúa el famoso Parque Güell, diseñado por el celebérrimo arquitecto Antoni Gaudí, mientras que en su parte norte se halla el Parque del Carmelo. En la ladera occidental de esta colina se encontraba la delimitación de dos poblaciones: el lado septentrional pertenecía a Sant Joan d'Horta, y el meridional a Gracia; esta división continuó hasta 1897, fecha en que Gracia fue agregada a Barcelona; Horta lo sería en 1904.​
Entre 1860 y 1864 se construyó una ermita dedicada a Nuestra Señora del Carmen, origen del actual santuario, en la ladera occidental del Turó d'en Móra, que desde entonces pasó a llamarse monte Carmelo. Fue promovida por el ermitaño Miquel Viladoms, y abierta al culto el 11 de abril de 1864 con permiso del obispo de Barcelona, Pantaleón Montserrat. Viladoms fue asesinado en 1877 en circunstancias desconocidas, y durante unos años la ermita quedó abandonada. En 1890 se estableció el párroco Jaume Moré, que continuó la labor iniciada por el ermitaño, convirtiendo el santuario en un lugar de peregrinaje y de encuentros de jóvenes católicos, especialmente el 16 de julio, festividad del Carmen.​
En 1913 el padre Moré se hizo cargo de una nueva capilla construida en la finca de Can Grau —actual parroquia de Santa Teresa de Jesús—, por lo que la ermita del Carmelo quedó sin servicio espiritual. Años más tarde, la iglesia de Santa Teresa de Jesús fue elevada a tenencia parroquial, y en 1930 la ermita del Carmelo fue nombrada capellanía de dicha tenencia, regida nuevamente por el padre Moré.​ En 1936, al inicio de la Guerra Civil, la ermita fue quemada y el padre Moré asesinado.​
Tras su reconstrucción, la ermita fue ganando en importancia con el aumento de sus feligreses, debido a la fuerte inmigración asentada en la zona en los años de posguerra, y en 1962 fue elevada a parroquia. El censo inicial de la nueva parroquia reflejaba un total de 6 000 feligreses. Se cedió su gestión a los carmelitas, y en 1963 fue nombrado párroco Eduard Piquer. Desde entonces, además de su labor religiosa, la nueva parroquia se implicó profundamente en la vida del barrio, realizando una gran labor en terrenos como la sanidad, la educación y la cultura, e implicándose en las reivindicaciones del barrio a nivel de servicios e infraestructuras.​
Dado el pequeño tamaño de la capilla, que sólo podía acoger a treinta personas, en 1964 se instaló en un espacio anexo a la ermita un barracón de obra y madera cubierto de uralita —cedido por el ejército—, para desarrollar los servicios complementarios a la liturgia, como impartir clases de catequesis, centro de reuniones sociales o sesiones de cine. Asimismo, en la explanada frente al barracón se celebraban actividades al aire libre, como procesiones y bailes populares. Sin embargo, con el tiempo era evidente la falta de espacio para las actividades pastorales y sociales de la parroquia, por lo que se planteó la necesidad de construir un nuevo edificio. Así, entre 1985 y 1988 se construyó una nueva iglesia, obra de los arquitectos Francesc de Paula Daumal i Domènech y Miquel Campos Pascual, con un diseño más contemporáneo, de forma triangular, donde destaca el color rojo del ladrillo visto y la forma tubular de las paredes laterales. El nuevo edificio fue inaugurado el 16 de julio de 1988 por el arzobispo de Barcelona, Narcís Jubany"

Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Santuario_de_Nuestra_Se%C3%B1ora_del_Monte_Carmelo
C Santuari, 116

Fotos: Jordi Noguera















 
 Gracias por su aportacuón a: Rosendo Muñiz Soler
"BARRIO DEL CARMELO
Es evidente que el nombre del Carmelo no tiene nada que ver con los caramelos, más si partimos de la base que caramelo en catalán es carmel. Voy a exponer una breve historia que como tantas otras de nuestra querida ciudad de Barcelona, no queda exenta de cierta curiosidad. En la antigua villa de Horta había una montaña que todo el mundo conocía como la "Montaña Pelada", porque carecía de ningún tipo de vegetación en su cima, y popularmente se la denominaba como el Turó de Can Mora, porque allí había una masía que regía la familia Mora, que se dedicaba a cultivar productos agrícolas en todas las colinas que circundaban la "Montaña Pelada". Pues bien, en lo alto de aquella loma hubo un payés que se llamaba don Miquel Viladoms, que era persona bastante erudita, me refiero a que tenía algunos estudios, que un día, corría por entonces el año mil ochocientos sesenta y cuatro, se animó por construir en la ladera occidental de Can Mora una ermita, que en realidad era una pequeña capilla que ofrendó a la Virgen del Carmen. Como quiera que contó con la aprobación del obispo de Barcelona que entonces era mosén Pantaleón Montserrat Navarro, los payeses de la zona se acercaban a aquella capilla a venerar sus oraciones, y después solían participar de las charlas que les daba el erudito señor Viladoms, que les contaba que había ofrendado aquella ermita a la virgen del Carmen, porque Carmen en hebreo significaba "Jardín de Dios", y también les hablaba de la Orden de los Carmelitas, una congregación religiosa que se había establecido en el siglo XII en Palestina en lo alto de un cerro que denominaron como el "Monte Carmelo", porque el nombre provenía de la expresión hebrea Karm-El, que significaba "Viña de Dios". Fue aquel conjunto de charlas así como las ofrendas religiosas que se erigían en aquella ermita, lo que devengó para que los cuatro payeses que convivían en aquellos áridos terrenos que componían las colinas de la "Montaña Pelada" o el Turó de Can Mora, bautizaran para siempre aquellas vastas tierras como el Monte del Carmelo. Y siguiendo con esta historia comentar que el señor Viladoms murió asesinado en el año mil ochocientos setenta y siete nunca se supo ni por quién ni por qué, y entonces se hizo cargo de la capilla un sacerdote que se llamaba mosén Jaume Moré, que convirtió aquella ermita en lugar de peregrinaje, al que daban culto muchas agrupaciones religiosas de otros lugares de la provincia de Barcelona. Eso le dio mucha vida a aquellos recónditos territorios donde vivían cuatro payeses. A partir del año mil novecientos cuatro que la villa de Horta pasó a componer un barrio más de la creciente Barcelona, y los impulsos de gente que se empezaba a mover por aquella extensa zona, fue lo que activó a mediados del siglo XX, que muchas gentes de todos los rincones de España que se acercaban a Barcelona para participar sobre todo de su grandeza industrial, se fueran apostando por aquellos terrenos de antiguos payeses, y poco a poco la zona se fuera llenando de un sinfín de barracas, que posteriormente darían paso a esas múltiples calles un tanto irregulares, que en la actualidad componen este conocido barrio del Carmelo barcelonés."

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