El monasterio aragonés fue incendiado el año 1936, durante la Guerra Civil, con lo cual se perdió el extraordinario artesonado mudéjar de la sala capitular, mientras que las pinturas de los muros fueron desapareciendo o quedaron dañadas de manera irreversible. La perceptible alteración de los tonos originales, brillantes y con predominio de azules, es consecuencia directa de la acción del fuego. Solo se ha preservado ligeramente el color del último de los cuatro arcos laterales de comunicación con el claustro, que fue salvado de las llamas porque estaba tapiado.
El mismo año del incendio, y para salvaguardarlas, las pinturas fueron arrancadas por un equipo de especialistas enviado des de Barcelona, que se ocupó también de su traspaso y posterior restauración. El 1940 ingresó en el museo.
La iconografía alterna escenas del Antiguo y Nuevo Testamento en una perfecta articulación con el marco arquitectónico de la sala, combinando los temas entre los muros y los arcos. Los episodios del Antiguo Testamento se disponían en las enjutas de los arcos de diafragma:
- En el primer arco, las escenas de la Creación de Adán y Eva, desaparecidas por el incendio; en el otro lado, Dios muestra el Paraíso a Adán y Eva,, y el Pecado Original.
- En el segundo arco la Expulsión del Paraíso, y el Ángel que enseña a Adán a trabajar la tierra; en el otro lado, la Condena al trabajo y las Ofrendas de Caín y Abel.
- En el tercer arco, la Muerte de Abel en manos de Caín y Noé construye el arca; en el otro lado, la entrada de los animales en el arca y el regreso de la paloma después del Diluvio.
- En el cuarto arco, este ciclo cierra con la Embriaguez de Noé y sigue con el Sacrificio de Isaac; en el otro lado el Ejército del faraón anegado en el mar Rojo y Moisés y Aarón muestran al pueblo judío la columna de fuego.
- En el quinto arco, Moisés recibe las tablas de la Ley y la Adoración del becerro de oro; en el otro lado Moisés hace brotar agua de la roca en el desierto y la Unción de David por Samuel.
En los muros de la sala se desplegaba un ciclo sobre la vida de
Cristo, del cual solo se ha conservado parcialmente las escenas del lado
sur, con las representaciones de la Flagelación, la Crucifixión y la Visita de las Marías al Sepulcro, que simboliza la Resurrección de Cristo.
El ciclo empezaba en el muro norte, con escenas de la Natividad, tal y
como se puede observar en una fotografía hecha antes del incendio de
1936. En los intradoses de los arcos, aparece la serie de retratos de las genealogías de Cristo, que conectan simbólicamente los dos Testamentos.
Des del punto de vista estilístico, la decoración es de carácter
cortesano, con gusto por los detalles, la profusión y el fuerte sentido
del color, propios del arte del 1200. Se ha puesto en relación con los
mosaicos hechos por artistas bizantinos en la capilla palatina de
Palermo o en la catedral de Monreal (Sicilia), y también con la
miniatura inglesa de la época, con la cual presenta puntos de contacto
evidentes. Destacan el carácter imaginativo y fluido de las
composiciones, así como la riqueza ornamental de los espacios de los
arcos que las escenas dejaban, donde se podían ver representaciones de
seres fantásticos y motivos vegetales."
Ver: http://www.museunacional.cat/es/colleccio/pinturas-de-la-sala-capitular-de-sigena/mestre-de-la-sala-capitular-de-sixena/068703-cjt
Gracias a Jose Luis Cerdan Vallejo por aportar este enlace a su magnífico reportaje sobre el monasterio:
https://13escultor.blogspot.com/2016/01/los-monegros.html
Ver: Real Monasterio de Santa María de Sigena I: Pinturas murales de la Sala Capitular
Gracias a Harry Cartier por aportar los comentarios y fotos colocadas al final
(Eliminadas a requerimiento de quien dice ser su autor y que asi lo reclama:
"Jorge Español (Abogado)24 de febrero de 2020, 7:46
Tiene usted dos fotos coloreadas por mi de las pinturas de la Sala Capitular. Si en 24 horas usted no las saca de su web, me veré obligado a denunciar estos hechos ante la autoridad judicial, pues usted no tiene permiso para publicarlas.
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