11 ago 2018

01/04/2018 Tesoros del MNAC CXII: Ábside de Sant Climent de Taüll

"Esta es una de las obras maestras del románico europeo. Su genialidad reside en la combinación de elementos de diferentes visiones bíblicas –las del Apocalipsis, Isaías y Ezequiel– para presentarnos al Cristo del Juicio Final. Éste aparece desde el fondo provocando un movimiento centrífugo de la composición, en la que domina el sentido ornamental de los perfiles y la habilidad en la utilización del color para dar volúmenes. Por su excepcionalidad y fuerza pictórica, la obra del Maestro de Taüll se ha proyectado a la modernidad y ha fascinado a artistas de las vanguardias del siglo XX, como Picasso o Francis Picabia."

Ver: http://www.museunacional.cat/es/colleccio/abside-de-sant-climent-de-taull/mestre-de-taull/015966-000

"El ábside de San Clemente de Tahull presenta un colorido amplio de tonalidades y unas líneas con color negro que configuran los contornos de las imágenes representadas con un sentido monumental, así como ua composición estructurada en varios registros:

Registro superior: representa «el Cielo», se encuentra el Pantocrátor entronizado dentro de una mandorla, con los pies sobre la bola del mundo y su mano derecha que bendice con dos dedos a la manera griega, en la mano izquierda lleva un libro abierto con la inscripción EGO SUM LUX MUNDI (Yo soy la luz del mundo), su rostro alargado de penetrante mirada está realizado con marcadas líneas, las cejas arqueadas, ojos, boca, barba y pelo de manera simétrica y aplicado el color con pintura plana, pero con dos tonalidades una clara y otra más oscura para conseguir un cierto modelado, que el pintor remarca en los amplios pliegues de las vestiduras, el tetramorfo, está representado mediante ángeles que llevan los símbolos de los evangelistas: san Mateo, el ángel o el hombre; san Marcos, el león; san Juan, el águila; san Lucas, el toro, y dos figuras simétricas flanqueando la composición representando un serafín y un querubín cada uno con tres pares de alas.​ La cuenca del ábside presenta un fondo dividido en tres bandas de diferentes colores, negro, ocre y azul    

Estilo
Bizantino: caracterizado por el hieratismo de las figuras, la simetría y la concepción plana de la composición. Las figuras muestran claramente el aspecto antinaturalista de la obra: la posición en que se encuentran es estática y queda bien remarcada la frontalidad del dibujo. Además, los cuerpos muestran bastante rigidez y en algunos casos, severidad. Demuestra un claro carácter hierático.

Mozárabe: común en el arte románico del norte de la península ibérica, que otorga vitalidad y expresividad, como vemos en los rostros de las figuras: el autor enfatizó los ojos y los colores de la cara. Se centró en la nariz, en los ojos, las cejas y la boca, jugando con el dinamismo que ofrecen las líneas: las cejas abiertas se unen con las líneas de la nariz, que nos llevan hacia los labios, enmarcados por el bigote caído ; este último, nos dirige hacia la barba que, a la vez, nos lleva hacia el pelo.

Árabe: en oposición a la corriente bizantina, rompe con el hieratismo y expresa deseo de asimetría. Se puede observar esta influencia en los arabescos y las líneas curvas que recrean las sinuosidades de la ropa y el pelo, especialmente en el Pantocrátor, al que el autor da énfasis en el movimiento de los mismos. Todos estos detalles que completan el Pantocrátor remarcan su magnificencia y superioridad. La voluntad de romper con la frontalidad se hace patente en los símbolos de los evangelistas, dibujados con una leve perspectiva que nos permite ver dos partes diferenciadas del elemento, la cara interior y la exterior, diferenciadas a la vez mediante dos colores diferentes.​

Técnica
La técnica empleada por el Maestro de Tahull es la de la pintura al fresco, aunque se han identificado numerosos retoques en seco.
Para utilizar este tipo de técnica, primero se preparaba el muro con varias capas de mortero, con una última capa sólo de cal. Mientras la preparación todavía estaba húmeda, se aplicaban pigmentos mezclados con agua, sin aglutinante, ya que la propia cal cumplía con esta función. De esta manera, los pigmentos quedaban adheridos a la capa de cal, siendo imposible de disolverse.​
Aunque los artesanos a menudo trabajaban en diferentes territorios, los pigmentos solían ser locales. En el caso del ábside central de San Clemente de Tahull, la mayoría de pigmentos son tierras naturales y minerales autóctonos, entre los que destaca la aerinita, con la que el autor alcanzaba los magníficos azules de la obra. Sin embargo, también se han encontrado elementos no autóctonos, como el cinabrio y la azurita, procedentes del sur de la península y de Italia, respectivamente"

Ver: https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%81bside_de_San_Clemente_de_Tahull




















No hay comentarios:

Publicar un comentario