5 sept 2019

19/07/2019 Modernismo en Cuba XIV: La Habana. Casa Antonio Fernández

"El modernismo en Cuba está por tanto más asociado a maestros de obras que a reconocidos arquitectos, ya que la Escuela de Arquitectura de La Habana se inaugura como tal en 1909, aunque provisionalmente fue abierta el 1 de octubre de 1900 en la calle Cuba de La Habana Vieja, agrupando a Ingenieros, Electricistas y Arquitectos.
Hasta alrededor de 1915 no serían más de 25 los arquitectos nacionales egresados, por lo que
la gran mayoría de las obras modernistas de La Habana fueron realizadas anteriormente por
profesionales ligados al mundo de la construcción.
Sea como fuere, la verdadera diáspora del estilo se debe al desarrollo de la producción
en serie. El uso del hormigón armado a principios del siglo XX y la apertura de varias fábricas
de cemento en La Habana propiciaron nuevas formas de construir. La técnica de la fundición
de moldes tuvo una rápida difusión y aceptación en Cuba ya que permitía ahorrar tiempo y
abaratar costes de producción de muchos elementos empleados en la obra. Contrariamente
a la vuelta a la artesanía que defendían los primeros modernistas, en Cuba se asumen y
aprovechan las posibilidades de la industria para vestir de Art Nouveau las construcciones
académicas. La prefabricación de elementos decorativos y constructivos permitió un bajo coste
de producción, favoreciendo su comercialización en detrimento de la producción artesanal.
Es la llamada “arquitectura de molde” (Chateloin, F., 2003). En muchas obras engalanadas de
modernismo se repiten los capiteles, las molduras, las copas, las guirnaldas y balaustradas, los
recercos de los vanos y toda una serie de elementos ornamentales mediante el empleo de
un molde que permite reproducir la pieza la cantidad de veces deseada. Pero no sólo eso, a
nivel estructural, “columnas y pilares estriados o lisos con gran variedad de bases y capiteles,
logrados a partir de fustes y tambores huecos, pilares de esquina que se armaban por partes,
todos ellos para ser rellenados en obra con hormigones pobres o morteros de cemento y
si se consideraba necesario un haz de acero.” (Chateloin, 2007, p. 254). La aceptación de los
prefabricados fomentó la creación de muchos y pequeños talleres dedicados a la decoración
de las fachadas. Se producían elementos de muchos moldes de géneros diferentes, lo que
propició la incorporación de varios estilos a una misma fachada, sin menoscabo de la calidad
compositiva, bastante alta en las construcciones modernistas y también eclécticas de La Habana"


Ver: https://onlinetours.es/noticias/post/2903/el-palacio-cueto-proximo-a-estrenarse-como-hotel-de-lujo-en-la-habana

Casa Antonio Fernández. Josep Planas Rivas 1909 
 Aguacate #412 e/Lamparilla y Teniente Rey Habana Vieja
Josep Planas Rivas 1909 

















 

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