3 jun 2017

26/05/2017 Antiguo Consulado de Dinamarca

Hoy en día está siendo rehabilitado como parte de los espacios culturales del barrio de Vallcarca

"Barcelona convertirá el antiguo consulado danés en Vallcarca en un centro cultural


  • La Diputació de Barcelona cede el palacete durante 15 años, legado por dos intelectuales republicanos
  • Vecinos piden que acoja el Museu del Còmic desahuciado de Montjuïc
Los barrios de Vallcarca y El Coll, en el distrito de Gràcia, aliviarán su déficit crónico de equipamientos con la apertura del antiguo consulado de Dinamarca como centro cultural y cívico. La conquista ciudadana del palacete –muy reivindicado por los vecinos– se materializará el próximo mandato, pero el primer paso ha tenido lugar este jueves con la firma de la cesión de uso entre la Diputació y el Ayuntamiento de Barcelona. El consistorio dispondrá del inmueble durante al menos 15 años, pagará las obras de adecuación y pactará los usos con las entidades de la zona, que piden que aloje el Museu del Còmic i la Il·lustració desahuciado del Castillo de Montjuïc en 2009.
Situado en un extremo del puente de Vallcarca, el inmueble pertenece a la administración provincial desde 1979, cuando la presidía el recién retornado Josep Tarradellas. Lo habían legado en vida el artista Joan Junyer y la pedagoga y científica Dolors Canals, un matrimonio de intelectuales republicanos exiliados en América, que pidieron específicamente que la finca se dedicara al fomento de la cultura y a la educación. Sin embargo, hasta ahora la Diputació sólo lo usaba como almacén de libros. En abril de 2013, el Ayuntamiento anunció que pediría la cesión del edificio, propuesta por el grupo Unitat per Barcelona (ERC, DC y RCat), que a su vez recogía la petición del Grup d'Estudis d'El Coll-Vallcarca.
Casi dos años después y en la recta final del mandato para ambas instituciones, la firma del convenio certifica el inicio de una nueva etapa para el desaprovechado palacete. "Es un proyecto del próximo mandato", advierten portavoces municipales. El edificio está catalogado y tiene tres plantas –en total 472 m2– y un pequeño jardín alrededor. Según consta en el dictamen favorable a la cesión que aprobó el Pleno de la Diputación el pasado 5 de marzo, la cesión será gratuita y podrá prorrogarse por dos periodos de cinco años, pero para que se materialice el Ayuntamiento debe "destinar la finca a equipamiento cívico de dinamización cultural como Casal de Barri", que "podrá ser gestionado por entidades bien arraigadas al territorio". De no cumplirse esta condición, el Diputación recuperaría el uso del inmueble "sin necesidad de preaviso".
Así, Distrito de Gràcia y entidades deberán negociar unos usos definitivos que encajen en esta definición y con la distribución del espacio en habitaciones. Mientras tanto los herederos de Dolors Canals deberán vaciar o autorizar el vaciado de la casa, puesto que el matrimonio se reservó el usufructo de la segunda y tercera plantas hasta su fallecimiento en 2010 y todavía contienen efectos personales –muebles, correspondencia y obras de arte– que podrían ser de interés para la familia. Cuando el inmueble esté vacío y su destino acordado, podrán empezar las obras de adecuación. El estado del edificio es "bueno", según explicó la regidora Maite Fandos en el consejo de barrio de Vallcarca, por lo que no requerirá una intervención muy profunda.
Una casa del cómic para un barrio de historietas
El Grup d'Estudis d'El Coll-Vallcarca ha dinamizado durante los últimos años la reivindicación de un uso cultural para el edificio, conocido como 'El Consolat'. Proponen que albergue los fondos del desahuciado Museu del Còmic i la Il·lustració de Barcelona –no confundir con el de Catalunya, que proyecta instalarse en Badalona–, que se expusieron en el Castillo de Montjuïc de 2004 a 2009 y que desde hace casi dos años están esparcidos entre un almacén de la avenida de Vallcarca y varias casas particulares. Se trata de ilustraciones, revistas, cromos y dibujos de entre 1876 y 1979, cedidas por sus autores o coleccionadas por los integrantes de la asociación que creó el museo en 1997.

Josep Callejón, presidente del Grup d'Estudis y accidentalmente también del Museu –por el fallecimiento de su anterior presidente, Eduardo Pérez–, defiende que Vallcarca tiene un vínculo especial con las viñetas y por ello los fondos deberían exponerse en este barrio. "Aquí estaban la Editorial Bruguera y los estudios de cine y animación Balet y Blay y a su alrededor nacieron o vivieron dibujantes destacados como los hermanos Blasco, Antoni Garcia Bartolomé, Antoni Borrell, Pepita Pardell, Arturo Moreno…", enumera. Más de 30 entidades culturales y vecinales, además de ciudadanos a título particular, apoyan su propuesta de museo, subraya Callejón. "El Ayuntamiento ya nos ha advertido que difícilmente habrá una exposición permanente de viñetas en 'El Consolat', pero nos gustaría que al menos pudiera acoger muestras temporales con lo más destacado del fondo del museo y cursillos de dibujo de cómics", señala.
El injusto olvido de los Junyer-Canals
A petición de la Diputació, el municipio deberá instalar en la entrada del antiguo consulado "un elemento identificativo" que divulgue la trayectoria artística y profesional del matrimonio Junyer-Canals. Josep Junyer (1904–1994) fue un artista de gran reconocimiento durante los años 20 y 30. Hijo de una familia burguesa muy bien relacionada con los círculos artísticos e intelectuales, Junyer formó parte de la generación de artistas que vivía y creaba a caballo de Barcelona y París: Miró, Picasso, Gargallo, Fenosa... Sin embargo, la Guerra Civil quebró su carrera y tuvo que exiliarse junto a su esposa, primero en Costa Rica y luego en Nueva York. En América logró un notable prestigio como figurinista y decorador escénico e incluso protagonizó en 1945 una exposición monográfica en el MOMA, que conserva la mayor parte de sus obras. Aunque volvió a Barcelona en 1977 y el Palau Robert le dedicó una retrospectiva en 1989, sigue siendo un artista desconocido para la mayoría de catalanes.

Su mujer, Dolors Canals (1913-2010), tampoco ha recibido el reconocimiento público que correspondería a su trayectoria. Especializada en puericultura, Canals fue una de las pioneras de la educación infantil y la pediatría en Catalunya. Fue la artífice de la red de guarderías públicas de Barcelona durante la Guerra Civil, unos innovadores espacios para niños de cero a seis años atendidos por un equipo interdisciplinar de pediatras, psicólogos y pedagogos que ofrecían a los más pequeños nociones de pintura, música e incluso ética. Durante su exilio en el Caribe y en Estados Unidos se centró en neonatología, compaginando la investigación con la docencia universitaria. También supervisó la creación de una red de guarderías en Manhattan durante la Segunda Guerra Mundial, presentó un programa de radio en la CBS durante años y dirigió el área de Medicina de una gran editorial. Al volver a Catalunya creó el Centre 0-3, dedicado a la documentación, investigación y formación de profesorado para la primera infancia. La guardería pública de Sant Martí de Provençals lleva su nombre desde 2011.
"No tuvieron hijos, pero en Costa Rica acogieron a un niño cubano que no quiso acompañarles a EE.UU. y que se ve que hoy trabaja como taxista en La Habana", explica Callejón. "Nunca hemos aclarado qué herederos de Dolors Canals reclaman sus pertenencias", lamenta. Quizá con la nueva vida cultural del antiguo consulado danés, los Junyer-Canals podrán al fin salir del olvido. Al menos, para los vecinos de Gràcia."

Ver: http://www.lavanguardia.com/local/barcelona/20150320/54428288457/antiguo-consulado-vallcarca-centro-cultural.html 
Viaducte de Vallcarca, 5

Fotos: Jordi Noguera
Dibujo: Josep Callejón

Gracias a Carme Ferrer por aportar: "Hay algunas imprecisiones que recogió la prensa, no fueron a Costa Rica fue Santo Domingo i el niño que acogieron no era cubano sino dominicano. El jardin de la casa no era pequeño, era de grandes dimensiones pero fue expropiado por el Ayuntamiento i el barrio reivindica que vuelva a fotmar parte de la casa en rl nuevo proyecto."





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